El gobierno de Hamas anunció también que al menos 292 palestinos habían muerto el domingo por la noche en intensos bombardeos del Ejército israelí, al que acusó de haber “perpetrado 19 masacres en las últimas horas”.
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El portavoz del ejército israelí, el teniente coronel Richard Hecht, señaló tras el ataque que "había un comandante de Hamás de alto rango en esa área.
El primer ministro israelí dijo que “los llamados a un alto el fuego son llamados a que Israel se rinda ante Hamas, se rinda al terrorismo”.
“En las últimas horas, intensificamos los ataques en Gaza”, dijo el contralmirante Daniel Hagari en una conferencia de prensa televisada, generando expectativas de que la tan anunciada invasión terrestre de Gaza pueda estar comenzando.
Para la directora ejecutiva de UNRWA en España, la situación en el enclave palestino “es un auténtico desastre humanitario”. Y advierte que los camiones autorizados para entrar en Gaza con ayuda "están muy lejos de cubrir las necesidades de la población”.
De acuerdo a la autoridad palestina, el ataque ocurrió sin ninguna advertencia previa de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF por sus siglas en inglés).
Las Fuerzas de Defensa de la nación judía han circunscrito “la mayoría” de los ataques en la zona norte de la Franja, donde las autoridades ordenaron evacuar dicha área el viernes.
Para el residente del enclave, los ataques israelíes han sido peores que en otras ocasiones. "A cada hora, más o menos, estalla una bomba en la zona, y entonces los niños se quedan callados, se quedan adentro, con miedo, a la expectativa. Los que son sacados de entre los escombros, los que sobreviven, viven con los traumas, las discapacidades físicas, el dolor psicológico y el sufrimiento", dice.
El viceministro de Salud en el enclave palestino, Yusuf Abu al-Reesh, asegura que el 60% de los heridos por ataques aéreos que están en los hospitales son mujeres y niños: “Todas las camas están ocupadas, y tanto los medicamentos como el material médico están a punto de acabarse”, advierte.
En los últimos días, los búnkers o habitaciones reforzadas que tienen los hogares de Israel se han vuelto el espacio idóneo para mantenerse a salvo de los ataques.
Las fuerzas rusas han utilizado tanto misiles de crucero Kalibr Kh-22 como drones "Shahed" de fabricación iraní, informó el diario ‘The Kyiv Independent’. Hasta el momento las autoridades ucranianas no han informado de bajas civiles o daños críticos a infraestructuras.
El zumbido de drones y fuertes explosiones se escuchaban mientras las defensas antiaéreas ucranianas respondían al bombardeo ruso. Según datos preliminares, más de 20 drones Shahed fueron destruidos por las fuerzas de defensa en el espacio aéreo de Kiev, informó la Administración Militar de esa ciudad. Una persona murió y tres resultaron heridas al incendiarse un rascacielos en el distrito de Holosiiv.
El Ejército israelí aseguró que en los bombardeos fallecieron tres altos cargos de Yihad Islámica, algo confirmado posteriormente por el brazo armado del grupo, las Brigadas Al Quds.
Las autoridades ucranianas activaron las alertas aéreas en todo su territorio, en una noche que los cazas rusos han atacado en numerosos puntos del país, incluida la capital Kiev. También se pidió a los ciudadanos que se mantengan en los refugios.
Luego del asalto a la mezquita de Al Aqsa, en pleno Ramadán, este viernes hubo un intercambio nutrido de proyectiles entre el Ejército israelí y las posiciones de Hamás, en una escalada de violencia mayor inédita desde 2006.
