Al menos nueve personas murieron y 23 resultaron heridas tras un bombardeo ejecutado por supuestos aviones turcos en los alrededores de la localidad de Zajo, en la región semiautónoma iraquí del Kurdistán.
27 jul 2022 12:49 AM
Al menos nueve personas murieron y 23 resultaron heridas tras un bombardeo ejecutado por supuestos aviones turcos en los alrededores de la localidad de Zajo, en la región semiautónoma iraquí del Kurdistán.
Las víctimas fueron ingresadas en un centro asistencial de la ciudad y en un hospital militar. También hubo muertos, según informó a la agencia de noticias TASS el jefe de la administración militar del distrito de Kajovka en la región de Jersón, Vladimir Leontiev, aunque sin detallar cuantos.
Rusia y sus aliados separatistas ya controlan la parte sur de Donetsk cuando completaron la toma de la vecina región de Lugansk el domingo con la captura de la ciudad de Lisichansk. “Estamos conteniendo al enemigo en la frontera (Lugansk/Donetsk)”, dijo el gobernador de Lugansk, Serhiy Gaidai. Más tarde, señaló que esa región todavía no estaba totalmente ocupada por las fuerzas rusas, las han sufrido “pérdidas colosales”, aseguró.
El registro muestra al personal de emergencia evacuando a los residentes del edificio en la ciudad ubicada en el sur de Ucrania.
“En general, la situación es muy mala. Nos bombardean todos los días. Un total de 111 personas han muerto hasta el momento. Una de ellas es un niño”, declaró el alcalde Alexander Senkevich. Añadió que recomienda a los residentes que quieran seguir con vida que abandonen la ciudad, porque las tropas rusas utilizan bombas de racimo, prohibidas por tratados internacionales.
Autoridades rusas hablaron de bombardeos masivos de las fuerzas ucranianas en ciudades y asentamientos en la autoproclamada república, reconocida por el presidente Vladimir Putin antes de la invasión rusa.
Una ONG danesa está mostrando a los ciudadanos cómo identificar las minas y los artefactos sin explotar de los campos de batalla, mientras comienzan a volver a sus hogares y continúa la invasión rusa.
Según la agencia rusa Tass, las tropas de Kiev han disparado más de 280 proyectiles hacia esa región del este de Ucrania. Los ataques rusos en esa misma zona causaron la muerte de al menos cuatro civiles y once resultaron heridos.
Tres de las personas muertas se encontraban en la localidad de Kurajovo, mientras que la otra víctima estaba en la ciudad de Avdivka, según informó el jefe de la Administración militar regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, en su canal de Telegram.
“Los invasores dispararon contra 39 asentamientos en las regiones de Donetsk y Lugansk, destruyendo y dañando más de 60 objetos civiles de ellos: 50 edificios residenciales, un hospital, una estación de tren, una base de construcción, un centro comercial, un departamento de la Policía Nacional, un edificio de la Fiscalía, una central eléctrica”, enumeraron este miércoles las Fuerzas Conjuntas de Ucrania en su perfil oficial de Facebook.
Un total de 412 personas han fallecido y 1.140 han resultado heridas en ese conflictivo territorio ucraniano desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero.
Pese a los intensos bombardeos rusos y mientras la guerra atraviesa su undécima semana, Kiev frena el avance a las fuerzas invasoras e incluso organiza una contraofensiva. El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano pareció sugerir que el país podría ampliar sus objetivos más allá de simplemente hacer retroceder a Rusia hacia las zonas que ella o sus aliados tenían el día de la invasión del 24 de febrero.
El presidente, Volodymyr Zelenskiy, visitó los territorios cercanos a Kyiv, un escenario desolador y de total destrucción causada por el conflicto militar en el país.
“El tercer día de lucha. No entraron en la ciudad. La lucha se está dando en las afueras. No entregamos la ciudad, pero las fuerzas no son iguales”, dijo el alcalde de lavútych, Yurii Fomichev, agregando que hasta este sábado no se conocerán los datos sobre posibles víctimas. Los ataques pusieron en peligro los hogares y las familias del personal que garantiza la seguridad nuclear y radiológica de la planta.
El ucraniano de 96 años, que hizo una intensa campaña por la memoria de los crímenes nazis tras la Segunda Guerra Mundial, falleció luego que una bomba alcanzara el edificio donde vivía.