Su respuesta en terreno en la jornada de los atentados en Nueva York lo convirtió en un ícono mundial. Por años estuvo entre los políticos mejor evaluados y fue carta republicana para la Presidencia. Pero dos décadas después, es sinónimo del peor lado de Donald Trump: investigado, cerca de la bancarrota y humillado, su nombre ya no despierta nada de la admiración que alguna vez tuvo.
10 sep 2021 11:37 AM