La aerolínea chilena emite al año unos 12 millones de toneladas de CO2 en toda su operación, una décima parte todo lo que genera Chile y más que Uruguay, Paraguay o Costa Rica. Hoy se comprometen a no superar su nivel de emisiones prepandemia. Las compensaciones son el mecanismo más efectivo, en instancia en que controlan menos de un tercio de lo que emiten. Su gran contaminante aún no tiene sustitutos.
María José Tapia
15 ago 2021 07:00 AM