Por Gonzalo Cordero. El presidente Piñera es, parafraseando el viejo dicho, diablo conocido; gobierna involucrado en los detalles, sigue la gestión de cada ministerio y cada servicio a una distancia milimétrica, conoce las materias, dispone las tareas y controla su cumplimiento, tomándose muy en serio el mandato constitucional que le encarga el gobierno y la administración del estado.
PULSO
12 mar 2018 05:00 AM