Con la Expo, China es el centro de las miradas. Pero cuesta creer que el gen de su desarrollo económico no nació ni en Beijing ni en Shanghai, sino en una fábrica textil del nortino Pingyao, que hace tres siglos extendió cheques a sus vecinos.
Alfonso Bezanilla, para el Suplemento de Tendencias
10 may 2010 04:53 AM