Recorre caminos polvorientos en su camioneta dorada hasta su viña en Santa Cruz. Sube a su teleférico. Corta y huele flores. Visita su museo. Pilotea su helicóptero. Cuenta que rompió su amistad con Piñera, critica a los empresarios y se declara un hombre feliz. Esta es la crónica de una periodista intentando hilar una entrevista con un vertiginoso Carlos Cardoen, quien, a sus 62 años, está dejando sus negocios en manos de sus hijos y repartiendo parte de sus bienes. "Estoy descargando la mochila", dice.
Cardoen
3 dic 2014 07:41 PM