El conflicto que provocó la expulsión de los Potros del balompié profesional tiene varias caras. Cada una obedece, naturalmente, a los intereses que están sobre la mesa. Se trata, otra vez, de una disputa de poder que se traduce en la determinación más drástica que puede recibir un club chileno.
Gino Valentini, quien ejerció como gerente deportivo de la institución hasta enero de este año, se presentó en la ANFP para detallar supuestos actos ilícitos en el marco del deporte. Después llegaron a Quilín otras pruebas, que también se filtraron a medios de comunicación, pero finalmente el directorio no encontró méritos para poner una denuncia.
La ANFP mantiene retenidos los recursos que deberían seguir ingresándole al Toqui al menos hasta que se ejecute su desafiliación, pero con la intención de liberarlos para cancelar la planilla de los trabajadores del club. El Sifup está atado de manos.
Pantallazos, audios y archivos de un chat creado por Carlos Encinas, técnico y propietario de Lautaro de Buin, finalmente sepultaron al Toqui. Se hicieron virales entre numerosos directivos chilenos y el Sifup y el tribunal los ha considerado decisivos para su decisión de expulsar al club del fútbol profesional.
Los jugadores del Toqui son las víctimas silenciosas del lío que tiene al club de la zona sur de la región Metropolitana en la mira de todos. Reclaman falta de apoyo, pero el Sifup explica la incómoda posición en que está.
Los equipos de la categoría emitieron un comunicado en conjunto para apoyar una investigación por denuncias de arreglo de partidos en la temporada 2020. El caso está en la Fiscalía de Alta Complejidad y el presidente del Toqui niega las acusaciones.
El argentino de Fernández Vial asegura en el archivo de voz, al que tuvo acceso a El Deportivo, que tenía "dos contratos, el de la Anfp y el anexo de contrato”. Contactado, el transandino reconoció el audio y explicó que “lo que es por afuera eran premios por ascensos y demás cosas”.
El entrenador y mecenas de Lautaro de Buin responde a los cargos que le han llegado por las distintas controversias que involucran al Toqui. Desde el polémico nombre de un chat referente a Hans Martínez hasta los cuestionamientos a la validez institucional contesta el estratega, quien no esconde su influencia económica en el club.
El técnico y mecenas de Lautaro de Buin afronta el complejo escenario que atraviesa el club, cuyo caso será revisado hoy por el Tribunal de Disciplina. El Toqui arriesga la desafiliación.
Pantallazos, audios y archivos de un chat creado por Carlos Encinas, técnico y mecenas de Lautaro de Buin, se hicieron virales entre numerosos directivos de clubes chilenos y el Sifup. Ahí se habla de la estrategia para salir del lío contractual con Hans Martínez, caso por el que hoy el Toqui está denunciado por la ANFP y no puede debutar en Primera B.
El sindicato que agrupa a los futbolistas chilenos aseguró, mediante un comunicado con pruebas adjuntas, que la acusación que involucra al defensor y al club, cuyo debut en la Primera B fue suspendido por el Tribunal de Disciplina, será llevada a la Justicia.
El escrito presentado por el secretario ejecutivo, Ignacio Traub, en representación del directorio que encabeza Pablo Milad, desmenuza las irregularidades cometidas por el Toqui y las sanciones a las que se expone. Entre ellas, la mayor, que es salir del fútbol profesional.
La entidad gremial, que preside Gamadiel García, emitió un comunicado en el que apoya la versión del jugador y refuta a la dirigencia del Toqui y a su técnico, Carlos Encinas. El futbolista prepara una demanda.
Hans Martínez y Carlos Encinas han escenificado la disputa que surge por la acusación del jugador respecto de que el Toqui no le ha cumplido el compromiso de mantenerlo contratado por todo 2021.
El técnico Carlos Encinas es, también, el mecenas que ha contribuido económicamente para desarrollar al club, una relación que hoy aclara. En esa condición, le responde al defensor, quien acusa incumplimiento de contrato y cotizaciones impagas.
