En los últimos días se comprobó que el presidente de RN sabe agitar las aguas políticas. Y que también puede ser un hombre de acción. Eso nos consta: el año pasado lo visitamos en su estancia de Tierra del Fuego y lo vimos recorrer potreros y cuidar animales. Es el lado agreste de quien nació en una familia muy refinada. Esta semana, volvimos a conversar largo. Lo que Carlos Larraín contó allí de sí mismo puede ordenarse en varios frentes que lo retratan.
Ignacio Bazán y Héctor Soto
29 ene 2012 06:27 AM