"Por datos de amigos llegué a una casa con un aire gótico y art déco en la calle Carlos Wilson. Cuando estacioné mi bicicleta solo me fijé en un gran árbol cubierto de hiedra que esconde la casa y le da un aspecto aún más lúgubre y solemne. La casa es gélida, oscura al comienzo, tiene un segundo piso más iluminado y el suelo es de madera que cruje y suena bien".
Francisca Feuerhake
17 ago 2019 11:22 PM