En 1995, la prensa británica le dio el apodo de "El Chacal". Representando a un millar de escritores y herederos —incluidos Borges, Bolaño y Cheever—, ha adquirido una fama por su habilidad para negociar, muchas veces acompañada por un estilo poco transparente. La polémica por los derechos de la reciente ganadora del Nobel, Louise Glück, vuelven a despertar críticas contra el representante.
18 nov 2020 06:01 PM