"Los dinosaurios van a desaparecer", decía el adorno que el músico envió a la familia del artesano.
Baltasar Daza
29 nov 2017 01:35 PM
"Los dinosaurios van a desaparecer", decía el adorno que el músico envió a la familia del artesano.
Nada nunca empieza, todo sigue, pero si esto fuera un cuento se podría decir que comenzó en una entrevista, cuando Pedropiedra contó que su mayor ídolo era Charly. Ayer, el músico chileno sorprendió con diez canciones en vivo del argentino y una banda que incluyó al guitarrista de García.
El hombre de "Inteligencia dormida" será el protagonista de la segunda fecha del Ciclo Alonso Tributo, que se realizará este jueves 23 de noviembre en el Edificio Alonso by Grupo Patio a partir de las 19:00 horas. La entrada es liberada.
Desde Yendo de la cama al living, hasta su más reciente producción Random. Once periodistas de cultura y entretención eligieron sus discos favoritos del cantautor argentino.
Eran 20 metros los que separaban la terraza de la habitación de Charly García de la piscina que estaba en pleno proceso de mantención. Al músico no le importó, quería darse un clavado aquel día de marzo de 2000.
Una de las características más llamativas del ex Sui Generis es su vello facial mitad blanco, mitad negro. Su origen se explica debido a un extenso viaje de sus padres y a su, por entonces, timidez.
Corrían los días en los que el hombre de Piano bar hacía cosas como tirarse a una piscina desde el noveno piso de un hotel. También planeaba otras como volver a armar Sui Generis y repasar sus primeros años como músico. Una entrevista con Los Inrockuptibles lo perfiló.
El tercer álbum en solitario del músico argentino fue publicado en 1984 e incluye algunas de sus canciones más conocidas: "Demoliendo hoteles", "Cerca de la revolución" y la hermosa "Total interferencia", que escribió junto a Luis Alberto Spinetta.
Se llama Mónica y fue pareja del hombre tras Alta suciedad y cercana de García.
Es el verano de 1994 y Charly García prepara La hija de la lágrima, una ópera rock parida en noches demasiado largas, tal vez su último gran disco solista antes de que sus canciones importantes desaparecieran en fade como "Total interferencia".
Fue con la llegada de la música de The Beatles a Argentina, cuando Charly García tenía apenas trece años, que moría un concertista de piano para dar paso al nacimiento de una estrella del rocanrol.
Tras la separación de Serú Girán, en diciembre de 1982, Charly García inauguró su carrera solista junto a los músicos de Los Abuelos de la Nada con un concierto en el estadio de Ferro, en Caballito, su barrio natal.
Risueño y lacónico, lúcido y delirante, el ídolo trasandino habló con La Tercera días antes de lanzar El Aguante. El disco, que lo llevó a tocar cuatro veces en el Teatro Providencia, sirvió para hacer una advertencia: "hasta que me muera voy a tocar y cada vez mejor".
Charly García es uno de los ídolos argentinos y de eso no caben dudas. Sin embargo, los últimos hechos que ha protagonizado no tienen mucho que ver con canciones. Charly, de alguna manera, se está muriendo públicamente. En frente de Argentina, que lo observa atónita y no sabe muy bien si reír o preocuparse. Por ahora sigue como leyenda. Hasta que una de sus locuras no salga tan bien como espera. Esta es una reconstrucción de los sucesos que culminaron con el clavado más famoso de los últimos tiempos.
El primer libro de puño y letra del músico sigue una lógica dictada por Hendrix: "La música no son las notas, es el espacio que hay entre ellas".