Aunque no existe una fórmula mágica para terminar con las fallas en los resultados de los chatbots, se pueden realizar algunas estrategias para aminorarlas.
3 feb 2025 07:34 AM
Aunque no existe una fórmula mágica para terminar con las fallas en los resultados de los chatbots, se pueden realizar algunas estrategias para aminorarlas.
OpenAI lanzó su nuevo modelo de IA llamado “o1” que sorprendió a los usuarios. Y es que a diferencia de ChatGPT, que entrega respuestas cortas y rápidas, ésta nueva tecnología tiene la capacidad de pensar y razonar, un arma de doble filo para algunos expertos.
Las grandes empresas que planean instalar centros de datos de Inteligencia Artificial en el sur global no miden cuánta agua requieren para funcionar. Esto podría poner en aprietos a países de Latinoamérica que se encuentran en sequía.
Algunos los están usando en tareas que pueden tener consecuencias de alto riesgo, desde investigación hasta redacción de informes legales.
Chatbots, vitrinas online y sistemas de e-commerce fueron prácticamente impuestos en este segmento, producto del aislamiento. Según expertos del mundo tech, capacitaciones, liderazgos y experiencia de compra serían clave para no perder el ritmo.
“Cuanto menos personas usen nuestros productos, mejor”, declaró Sam Altman, creador de OpenAI y ChatGPT. Y es que el desarrollo y mantenimiento de los chatbots de IA son extremadamente costosos e influyen en que sean de mala calidad.
Autor de "La Inteligencia Artificial o el Desafío del Siglo XXI", el pensador francés plantea que la IA es una revolución que genera dudas sobre el futuro de la autonomía individual. “No es la raza humana lo que está en peligro, sino la figura humana, en tanto dotada de la facultad de juzgar y de actuar libremente y a conciencia", dice.
Los evaluadores no sabían cuáles preguntas fueron respondidas por la Inteligencia Artificial y cuáles por sus colegas de carne y hueso. El resultado desveló que la tecnología superó con creces a las respuestas de los humanos.
Tres expertos en tecnología de The New York Times analizaron la historia de los asistentes de voz y cómo su desarrollo no ha ido a la par con la de otras inteligencias artificiales, como la que se utiliza en ChatGPT.
Algunas empresas están descubriendo cómo aprovechar la tecnología para mejorar las funciones de chat en línea, aunque los ejecutivos desconfían de la tendencia de la IA a equivocarse. ChatGPT, lanzado por OpenAI en noviembre, rápidamente se volvió viral por sus respuestas a menudo elegantes y llenas de información a varias preguntas, cautivando la imaginación de personas comunes, líderes empresariales e inversores, incluido Microsoft Corp. que comenzó a respaldar a OpenAI en 2019 y dijo el lunes que haría una inversión multimillonaria en la startup.
Pueden ser frustantes, pero muchas empresas y organizaciones han instaurado estos asistentes robóticos como fórmula predominante para comunicarse con sus clientes.