Carla tenía 22 años y se encontraba desde hacía ocho meses en Viena con una visa Working Holiday. Su rutina se repartía entre el trabajo en un restaurante y el departamento compartido que encontró por un aviso para viajeras como ella. En ese lugar fue atacada por su compañero de piso, un ciudadano rumano de 26 años del que había expresado reparos a su madre.
21 jun 2024 08:12 PM