Fue la niña prodigio del ajedrez en Argentina. Ganó cuatro veces el campeonato nacional y varios sudamericanos. Pero a los 17 años dejó el juego por hacerse monja. Seis meses después, abandonó el convento, se reencontró con un antiguo novio y se casó con él. En 1999 tuvo un accidente en auto donde murieron sus padres y, desolada, se fue a España. Hoy, 25 años después, volvió a ser la número uno del ajedrez argentino. Estas son todas las vueltas de la vida de Claudia Amura.
Revista Paula.
8 oct 2014 12:22 PM