“El Estado, por medio de su empresa Codelco, se encuentra autorizado, por ley de quórum calificado, para desarrollar y participar en actividades para la exploración, explotación y comercialización de litio”, dice el dictamen por un recurso de amparo económico presentado por el abogado Juan Francisco Sánchez Silva contra Codelco, sus filiales Salares de Chile SpA y Minera Tarar SpA, y Corfo.
La firma, controlada en un 51% por la estadounidense Freeport McMoRan, y donde Codelco posee el 49% de la propiedad, busca perforar 73 pozos de sondajes en una iniciativa que contempla una vida útil de 3 años. En paralelo, la empresa continúa desarrollando el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto por US$7.500 millones, con el que busca triplicar sus actuales niveles de producción.
Un largo historial de contratiempos ha impedido una y otra vez cumplir con el cronograma de esta iniciativa, esencial para extender la vida de la división Salvador. Pero ya se avizora su fin: la mina ya está lista y la planta debiera alcanzar su capacidad de diseño en el segundo trimestre de 2025.
Recientemente comenzaron a operar dos convenios que involucran a la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile, y que suponen un financiamiento por parte de Codelco superior a US$ 1,7 millones. Las asociaciones con terceros son clave para la Corporación en su estrategia de impulsar, a través de la innovación, el desarrollo sostenible en la minería.
La Comunidad Colla Pai Ote, liderada por Ercilia Araya, fue aceptada por la Corte de Apelaciones como tercero coadyuvante en la causa que la firma asiática lleva adelante contra la asociación, y se suma a la búsqueda de que el acuerdo sea votado por la junta de accionistas de la minera privada. Además, el tribunal de alzada fijó fecha para los alegatos.
Alejandro Sanhueza, vicepresidente de Finanzas de la minera, señaló que los fondos recaudados serán fundamentales para avanzar en el programa de inversiones, cuyo objetivo principal es “extender la vida útil de los yacimientos, recuperar los niveles históricos de producción hacia 2030 y maximizar el valor de la compañía”.
En una sesión de la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, Máximo Pacheco, volvió a defender el convenio.
El reemplazo del Ingeniero en Minas será dado a conocer de acuerdo a los procedimientos de la estatal, según detalló Codelco.
La alianza entre Codelco y SQM para explotar en conjunto el litio en el salar de Atacama hasta 2060 se firmó el 31 de mayo. Aquí el presidente de la estatal, que controlará la nueva empresa a partir de 2031, explica lo que viene en el negocio del año, responde críticas y se felicita por el acuerdo. “Esto es lo más importante que he hecho en mis 50 años de vida profesional”, señala.
El nuevo convenio colectivo tendrá una vigencia de 36 meses y comenzará a regir el 1 de mayo de 2025 para un universo de 227 personas, según explicó la estatal.
La iniciativa busca extender la vida útil del yacimiento, ubicado en la comuna de Sierra Gorda, por 28 años más a partir del año 2028. Además, agrega iniciativas de transición hídrica para dejar de usar las fuentes de agua continental a partir de 2035.
Tendrán una vigencia de 36 meses y comenzarán a regir entre junio y septiembre de 2025. Afectarán a alrededor de 3.400 trabajadores.
En una presentación ante diputados, Wenyu Zhang, vicepresidente y secretario del directorio, junto a Wanyu Xiong, vicepresidenta senior de Tianqi Lithium Corporation, revelaron que enviaron una carta de intención al gobierno de Gabriel Boric para desarrollar proyectos de valor agregado, pero “lamentablemente no hemos recibido ningún feedback”. También volvieron a criticar la alianza SQM-Codelco.
Codelco informó que realizó el segundo pago por US$ 338 millones y llegar a los US$520 millones acordados.
El presidente del directorio de la minera estatal aseguró que existe un proceso en curso y que esperan llegar a buen término en las negociaciones. “Es un grave error que Chile exporte más del 50% de su cobre en forma de concentrados”, afirmó, pero también alertó sobre el “mal momento” para desarrollar el negocio, por políticas de costo cero y la sobrecapacidad en fundiciones chinas.
