La firma que arrienda naves a la Nasa prepara un lanzador capaz de aterrizar, que bajaría los costos de los viajes al espacio.
Cristina Espinoza
19 sep 2014 06:36 AM
La firma que arrienda naves a la Nasa prepara un lanzador capaz de aterrizar, que bajaría los costos de los viajes al espacio.
El sistema pesa unos 5 Kg y se ubica en la espalda, con el objetivo de disminuir los tiempos al correr y gastar menos energía.
El SLS tendrá potencia suficiente para lanzar una nave espacial a Marte o a un asteroide. Su primera prueba será en 2018.
A finales de julio, la caída de uno de los proyectiles cerca de este aeródromo provocó un breve cierre y la anulación de numerosos vuelos.
El proyectil no causó daños ni víctimas. Una portavoz militar confirmó el disparo de cohetes, pero sin poder precisar cuántos habían caído en Israel.
El Ejército israelí cree que el ataque fue premeditado y respondió al lanzamiento con un cohete de artillería Tamuz, que impactó en una posición del Ejército sirio.
El lanzamiento del nuevo cohete portador ruso Angará desde el cosmódromo de Plesetsk (noroeste de Rusia) fue aplazado nuevamente, informó el centro que ha diseñado el aparato.
El aparato debía poner en órbita tres satélites de Glonass-M para el sistema de posicionamiento ruso GLONASS, análogo al GPS estadounidense. Las pérdidas se calculan en US$ 200 millones.
Se trata del primer ataque ocurrido en territorio israelí desde un cese el fuego sellado el 21 de noviembre por mediadores egipcios para poner fin a ocho días de una ofensiva aérea desde Israel y lanzamientos de cohetes desde Gaza, donde murieron 175 palestinos y seis israelíes.
El pasado 22 de enero los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron por unanimidad ampliar las sanciones al hermético régimen norcoreano por el exitoso lanzamiento al considerarlo una prueba encubierta de misiles de largo alcance.
El análisis de la pieza del cohete de largo alcance norcoreano, que pertenece a la primera de sus tres fases, tiene como objetivo recabar datos sobre la tecnología usada por el país comunista para lanzar el proyectil, cuyo rango era de más de 10.000 kilómetros, según estimaciones de Corea del Sur y Estados Unidos.
La comunidad internacional piensan que el lanzamiento fue una prueba disfrazada de misil balístico que y significó un importante paso en el desarrollo del programa norcoreano de armas nucleares.
Desde La Moneda, el Ejecutivo "hace un llamado urgente a las autoridades norcoreanas a evitar en el futuro acciones, como el referido lanzamiento, que sólo conducen a la alteración de la paz y la estabilidad".
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur citó los datos ofrecidos por el estadounidense Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial de EE.UU. (NORAD) al confirmar que el dispositivo norcoreano orbita la Tierra a una altura de entre 500 y 588 kilómetros y a una velocidad de 7,6 kilómetros por segundo.
Por su parte, la Casa Blanca dijo que trabaja con sus socios internacionales para aislar y penalizar más a Pyongyang.