Esta pequeña caleta se levanta entre Dichato y Tomé, y ha sido el hogar centenario de familias pescadoras. Sus nuevas generaciones le están dando un giro a su actividad y abren, pausadamente, sus grandes atractivos litorales al turismo más consciente y responsable en la Región del Bíobío.
Jorge López Orozco
21 sep 2019 09:01 AM