“Mostramos nuestro compromiso a ayudar al país y entregar apoyo técnico para mejorar la realización de test y reforzar la gestión de casos al tiempo que (...) se hace entrega de asistencia médica esencial y medicamentos”, expresó la directora regional de la entidad para el Sudeste Asiático, Poonam Jetrapal Singh.
Dos años y medio después de que diera comienzo la pandemia a nivel mundial, Pyongyang registra ya un total de más de 1.213.550 positivos desde el inicio de este brote iniciado el 12 de mayo.
La agencia estatal de noticias KCNA informó que se están tomando “rápidas medidas de emergencias estatales” para controlar la pandemia. Hasta ahora, Corea del Norte ha informado 820.620 casos sospechosos y los expertos afirman que el país carece de la capacidad para tratar a miles de pacientes sintomáticos.
Autoridades del país dijeron que 27 personas han muerto y 524.440 han enfermado en total, en medio de la rápida propagación de una enfermedad febril registrada desde fines de abril.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, declaró la “emergencia de Estado más grave” y ordenó un confinamiento nacional para este jueves. El país ha rechazado la ayuda internacional para la vacunación y ha mantenido sus fronteras cerradas, lo que agravaría aún más la situación alimentaria que se vive en el territorio.
Pyongyang había mantenido, hasta el momento, la más estricta política de Covid Cero, cerrando sus fronteras incluso a los camiones y trenes de carga extranjeros. Por lo mismo, los norcoreanos aún no cuentan con vacunas contra el virus.
Este sería ya el decimosexto lanzamiento de este tipo que realiza Corea del Norte desde que comenzó 2022.
Las autoridades del Pyongyang decretaron este jueves un confinamiento en todo el país para controlar el brote, luego de que pruebas realizadas a un número no especificado de personas en la capital, Pyongyang, confirmaran que estaban infectadas con la variante ómicron.
El nuevo ministro de Defensa surcoreano, ha ordenado al Ejército estar preparado para reaccionar “inmediatamente” si Pyongyang lleva a cabo acciones “directas” contra el territorio.
Las reiteradas amenazas del jerarca de Corea del Norte tienen como objetivo obligar a Estados Unidos a aceptar la idea de que su país sea una potencia nuclear y elimine las sanciones económicas sobre su país.
“Seguimos abiertos a la diplomacia y al diálogo con Corea del Norte” para poner fin a su programa nuclear, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. Agregó que la declaración de líder norcoreano Kim Jong Un de “fortalecer y desarrollar” el armamento nuclear de su país, confirma “nuestra evaluación de que Corea del Norte constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacional".
Kim Jong Un, en su discurso en el desfile para conmemorar el 90 aniversario de la fundación del Ejército Revolucionario del Pueblo Coreano, señaló que “en anticipo de la turbulenta situación política y militar y todo tipo de crisis futura (...) aumentaremos nuestra fuerza nuclear a la mayor velocidad posible”. El jerarca norcoreano dijo que el papel principal de las armas nucleares es el de disuasión, pero que pueden ser utilizadas si los “intereses fundamentales” del país son atacados.
Los misiles volaron 110 kilómetros hasta a una altura de 25 kilómetros y una velocidad máxima de Mach 4.
Es uno de los ataques informáticos contra las criptomonedas más grandes hasta el momento y plantea interrogantes sobre la seguridad en esta industria incipiente. “Gracias a nuestra investigación confirmamos que el Grupo Lazarus y APT38, actores en línea asociados con Corea del Norte, son responsables del robo”, dijo la Agencia de inteligencia estadounidense en un comunicado.
El enviado especial de Washington para Corea del Norte, Sung Kim, y su homólogo surcoreano, Noh Kyu-duk, sostuvieron un diálogo sobre los últimos ensayos balísticos intercontinentales de Pyongyang, donde además condenaron estos ejercicios.
