El gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, elevó este lunes el tono en su enfrentamiento diplomático con la administración de Pedro Sánchez al señalar que “dañaremos a quien nos dañe" y que "los días de la Inquisición han terminado”, al tiempo que prohibió al consulado español en Jerusalén "prestar servicios consulares a residentes de la Autoridad Palestina".
La Cancillería española llamó a consultas a su embajadora en Buenos Aires y exigió “disculpas públicas” al mandatario argentino por sus “gravísimas palabras”. Asimismo, advirtió que, de no hacerlo, tomará las “medidas oportunas”.
Quien fuera dos veces vicepresidente, primero con Rafael Correa y más tarde con Lenín Moreno, y también dos veces condenado por corrupción, estaba refugiándose en la embajada mexicana en Quito cuando fue capturado por la policía, pocas horas después de haber recibido asilo político.
“Yo creo que están muy mal aconsejados los que tomaron esa decisión”, señaló Andrés Manuel López Obrador luego de que policías ecuatorianos irrumpieran en la embajada mexicana en Quito. La canciller ecuatoriana confirmó que fue el Presidente Daniel Noboa quien dio la orden de detener al exvicepresidente Jorge Glas en la sede diplomática.
Aunque el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, dio por zanjado el impasse tras llamar a la embajadora israelí en Madrid, su cartera enfatizó que “no acepta insinuaciones infundadas” sobre miembros del gobierno de Pedro Sánchez.
El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva llamó a España a adoptar “medidas serias” para que el racismo “no se apodere de los estadios de fútbol”. Ello, luego de que el jugador brasileño del Real Madrid fuera llamado “mono” durante un encuentro con el Valencia, el domingo. “Somos antirracistas", respondió la portavoz del gobierno de Pedro Sánchez.
El encuentro entre Antony Blinken y Sergey Lavrov se produciría esta semana en Ginebra en la búsqueda de una salida diplomática. El estadounidense cerró esta posibilidad y le envió una carta al canciller ruso informándole de la decisión.
