Tsunami, avalancha, terremoto… Las analogías de catástrofe se quedan cortas para graficar lo que significó la jornada electoral de ayer para el gobierno y para la centroderecha en particular. En las inéditas elecciones de gobernador y en las elecciones municipales el oficialismo encuentra pocas excusas para celebrar y muchas derrotas emblemáticas paras lamentar.Una de las principales interrogantes instaladas tras este fin de semana está en la convención constitucional. El resultado de la elección de los 155 constituyentes no sólo se traduce en que la centroderecha no alcanzó el tercio de representación al que aspiraba, a pesar de presentarse en una lista unida que incluía a la ultraderecha. Se trata de un resultado que además rechaza en buena medida los partidos tradicionales, socava su representatividad y pone en duda la existencia de un “centro tradicional”, por así llamarlo, dentro de la convención. La gran cantidad de independientes electos para escribir la constitución, particularmente aquellos unidos en la llamada “lista del pueblo” -con cerca del 20% de los votos- dibuja una gran interrogante sobre la capacidad de negociación y acuerdos dentro de la convención. Con todo esto ¿cómo podemos proyectar lo que pasará una vez que la constituyente comience a trabajar?
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Hace un par de semanas, el joven presidente de El Salvador, Nayib Bukele, concretó la concentración prácticamente total del poder. Tras obtener la mayoría calificada del poder legislativo en las elecciones de febrero, el oficialismo se deshizo de los dos últimos obstáculos en la hegemonía de Bukele: los jueces de sala Constitucional de la Corte Suprema y el Fiscal General. Con una oposición diezmada y su popularidad en lo alto desde que llegó al poder hace dos años, Bukele parece tener carta blanca para lo que ha definido como “la limpieza de la casa” y la refundación irreversible del país. Pero ¿qué país quiere o puede construir? Nadie parece tenerlo muy claro. Bukele es alguien que entró a la política tras una carrera en la publicidad y el marketing y que cortó muy temprano sus lazos con la izquierda, y aun para los analistas salvadoreños se hace difícil de leer.Pero aunque no esté claro el dónde, sí está claro el cómo: concentrando todo el poder.¿Cuánto importa la condena internacional a la última movida del presidente Bukele? ¿Cuánto puede hacer Estados Unidos, donde viven cerca de dos millones de salvadoreños? ¿Cómo entender a Nayib Bukele?
La conexión entre ciertos tipos de música popular y actividades delictuales no es nueva y hasta cierto punto es también obvia. Es común que los exponentes de estilos musicales ligados paisajes urbanos particulares recurran a sus códigos y referentes como una seña de identidad. Lo hemos visto con el Hip hop y con el reggaetón. Y ahora lo vemos con la música urbana en Chile, principalmente el trap y el denominado “mambo chileno”. Sin embargo, en los últimos meses las operaciones policiales que han terminado en la detención, imputación y medidas cautelares contra figuras de la escena de la música urbana chilena han sido más recurrentes que nunca.Los casos que más complican tienen que ver con el narcotráfico. Complican a quienes han sido detenidos y acusados de liderar o participar de bandas de traficantes, desde luego. Pero también complican a quienes han visto en la música urbana una manera legítima de hacer arte, de alcanzar el éxito y de ganarse la vida. ¿Qué ha llevado a identificar a la música urbana chilena con el narcotráfico? ¿Cómo viven y conviven con esta asociación los principales exponentes de esta escena musical?
Esta es una de esas historias donde todo parece estar en regla pero algo grita sin disimulo que el sistema no está funcionando. Peor aún, que alguien ha estado favoreciéndose de una manera por lo menos llamativa a costa de fondos públicos. Específicamente, de presupuestos municipales. Es una historia de semáforos: de cómo una empresa tuvo luz verde durante treinta años para correr con considerable ventaja, mientras otras quedaron en una eterna luz roja. Hasta que alguien al fin hizo una denuncia.
Tanto por el potencial para ser punto de distribución de la droga hacia otras latitudes como por su mercado interno, nuestro país se ha transformado en un objetivo para grupos de narcotraficantes colombianos y mexicanos. Además, las autoridades han identificado nuevas armas para el lavado de dinero. El alto consumo de la marihuana “creepy” en Chile ha significado la extensión del narcotráfico colombiano en nuestro país. Los criptoactivos están siendo investigados como una nueva forma de lavado de dinero. Y un caso en particular reveló el interés del poderoso cártel de Sinaloa por montar operaciones en Chile. Esta es la segunda parte y final de un especial de Crónica Estéreo que recoge estas historias. Los reportajes son trabajo de los periodistas Felipe Díaz, Sebastián Labrín y Maximiliano Villena, del equipo de LT Investigación y Datos. Una apuesta editorial por el periodismo de investigación en torno a los grandes temas.
Tanto por el potencial para ser punto de distribución de la droga hacia otras latitudes como por su mercado interno, nuestro país se ha transformado en un objetivo para grupos de narcotraficantes colombianos y mexicanos. Además, las autoridades han identificado nuevas armas para el lavado de dinero. El alto consumo de la marihuana “creepy” en Chile ha significado la extensión del narcotráfico colombiano en nuestro país. Los criptoactivos están siendo investigados como una nueva forma de lavado de dinero. Y un caso en particular reveló el interés del poderoso cártel de Sinaloa por montar operaciones en Chile. Esta es la primera parte de un especial de dos partes de Crónica Estéreo que recoge estas historias. Los reportajes son trabajo de los periodistas Felipe Díaz, Sebastián Labrín y Maximiliano Villena, del equipo de LT Investigación y Datos. Una apuesta editorial por el periodismo de investigación en torno a los grandes temas.
El lunes pasado, en una reunión ordinaria con los fiscales regionales, el Fiscal Nacional Jorge Abbott planteó un tema que trajo consecuencias. Abbott habló de la importancia de la persecución de los delitos de violación a los derechos humanos, en referencia a los casos denunciados en el contexto del estallido social de 2019. Además, mencionó la posibilidad de fijar metas de gestión para los fiscales en esta materia. Y antes había hablado de la posibilidad de reabrir casos donde el ministerio público había determinado no perseverar. ¿Por qué las palabras de Abbot generaron tensión entre los fiscales?
Ayer, Colombia vivió una nueva jornada de protestas. Como ha venido sucediendo durante más de una semana, las masivas manifestaciones ciudadanas han dado lugar a hechos violentos: desde el vandalismo de grupos más radicalizados a la represión de parte de las fuerzas policiales y del ejército, que ha sido llamado por el gobierno para reforzar esa labor. Oficialmente hasta anoche se contaban 24 muertos, pero otras versiones elevan ese número. Los cortes de caminos y los desórdenes en zonas rurales han significado escasez de bienes básicos y aumento de precios. Más grave, han causado dolorosas muertes. El gobierno acusa la infiltración de guerrilleros de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional, ELN, mientras desde la oposición se acusa la deslegitimación de la protesta con esa excusa. La chispa de todo estuvo dada por la presentación de una reforma tributaria por parte del presidente Iván Duque, buscando recursos para hacer frente a la crisis económica desatada por la pandemia. Pero en el fondo hay un descontento más profundo que hoy parece difícil de extinguir. A fines de 2019, Colombia vivió su propio estallido social, apenas semanas después del iniciado en Chile. Ahora todo parece haber regresado con más fuerza.
Saltó a la carrera presidencial reaccionando a las definiciones de otro candidato: Joaquín Lavín. Pero con su anuncio de esta semana Evelyn Matthei dejó claro que ve su candidatura más allá de su funcionalidad estratégica. Su decisión de competir en las primarias presidenciales de Chile Vamos llega antes de lo esperado: originalmente pretendía definirlo después de las elecciones del 15 y 16 de mayo donde, dicho sea de paso, busca su reelección como alcaldesa de Providencia. ¿Qué llevó a Evelyn Matthei a dar el salto esta semana? ¿Qué cuentas está sacando y qué proyecciones ve en el camino en su segunda aventura presidencial?
La incapacidad de la oposición para levantar liderazgos potentes para capitalizar políticamente el peor momento del gobierno es ya un lamento antiguo en la centroizquierda. Pero ha sido justamente el peor momento del gobierno el que en estas últimas semanas ha permitido el despliegue de la figura de Yasna Provoste. La flamante presidenta del Senado ha sido capaz como ninguno de encarnar el rol de ser oposición y a la vez autoridad del Estado en busca de acuerdos. Y las encuestas ya comienzan a reconocerlo. Su partido, la Democracia Cristiana, ya tiene a su candidata elegida, la senadora Ximena Rincón. Pero la irrupción de Provoste ya ha gatillado la creatividad de algunos líderes opositores. La figuración de la presenta del Senado también se produce en momentos en que parte del país y de la propia centro izquierda observa con preocupación el despegue de la diputada Pamela Jiles en las encuestas. Sobre la proyección presidencial de la diputada, sin embargo, aún hay dudas. ¿Puede Yasna Provoste ser la anti Pamela Jiles?
La más reciente ola de la pandemia del coronavirus derribó las proyecciones más optimistas que comenzaban a hablar de una recuperación. En todo el mundo, naciones que exhibieron cifras auspiciosas en el control de la crisis sanitaria el 2020 vieron cómo el virus ahora arremetía con más fuerza y extinguía cualquier sensación de éxito.En ninguna parte del mundo esta historia ha sido más dramática que en India, hoy. El país de 1.370 millones de habitantes reaccionó a tiempo en la primera ola y logró contener la pandemia de un modo asombroso, considerando sus condiciones de hacinamiento, pobreza y sobrepoblación. Pero este año, particularmente en las últimas semanas, han conocido el infierno del covid. India comenzó el mes de abril reportando 80 mil nuevos contagios diarios y terminó el mes contabilizando 400 mil. Las escenas que llegan desde allá superan en dramatismo a aquellas que impactaron al mundo el año pasado. Mientras se multiplican las críticas al gobierno del primer ministro Narendra Modi, a quien se acusa de bajar el perfil de la gravedad del problema, el mundo mira con preocupación y envía ayuda. ¿Podrá la segunda nación más poblada del mundo detener el problema antes de convertirse en una fábrica de variantes del virus que limiten el efecto de las vacunas que estamos usando en todo el planeta? ¿Cómo dimensionar lo que ocurre en India?
El próximo 26 de septiembre comenzará a cerrarse una era histórica en Alemania. En esa fecha el país tendrá sus elecciones generales, y la canciller Angela Merkel comenzará a preparar su despedida tras 16 años como gobernante. Merkel, una de las figuras políticas más importantes de Europa en la historia reciente, ha enfrentado desafíos históricos, como las crisis de los refugiados y obviamente la pandemia del coronavirus. Celebrada por su gestión durante la primera ola del covid 19, dejó de escuchar aplausos cuando llegó la segunda ola. Han sido tiempos difíciles para la canciller, quien vio frustrada su intención de escoger su sucesora en el liderazgo de su partido, la Unión Demócrata Cristiana Alemana, o CDU. Es más, vio cómo su colectividad se enredó más de la cuenta y muy públicamente para elegir a quien sería su candidato para septiembre, Armin Laschet. Y camino a esas elecciones, la CDU enfrenta un escenario incierto. Su principal amenaza parece venir desde el partido de Los Verdes, que ha adquirido un rápido protagonismo. Así las cosas, podríamos estar hablando de una nueva canciller, la hoy candidata Annalena Baerbock, que a sus 40 años nunca ha sostenido un cargo de gobierno. ¿Cómo será la Alemania post Merkel? ¿Cómo podemos entender lo que está pasando hoy?
La contundente derrota del gobierno el martes en su intento por frenar en el Tribunal Constitucional el proyecto de ley de retiro del tercer 10 % de fondos previsionales aprobado por el Congreso, dejó varias lecturas. Una de ellas se refiere a lo sucedido en el propio TC, que votó por siete votos contra tres por ni siquiera acoger a trámite el recurso del ejecutivo. En una jornada marcada al inicio por las inusuales declaraciones del ministro Iván Aróstica a la prensa, quienes querían ver evidencias de que la guerra civil al interior de ese tribunal estaba influyendo en el trámite del asunto, las encontraron en abundancia. Tanto así, que se llegó a hablar de un ajuste de cuentas contra la presidenta del tribunal, María Luisa Brahm. Al día siguiente, nuevas acusaciones contra la ministra, esta vez de parte de la ex presidenta del tribunal, Marisol Peña, siguieron agitando las aguas. ¿Cómo se vivió la histórica jornada del martes al interior del Tribunal Constitucional?
Ayer por la tarde, el presidente Sebastián Piñera asumió ante las cámaras su derrota. Horas antes, el Tribunal Constitucional había rechazado admitir su requerimiento en contra del proyecto aprobado en el Congreso para permitir un tercer retiro de fondos previsionales, y las presiones para que el gobierno retirara el proyecto presentado el lunes aumentaban. Finalmente, el presidente anunció la promulgación de la ley tal como salió del Congreso, y el retiro del proyecto con el que pretendió reemplazarla.En el frustrado proyecto, el ejecutivo había introducido elementos que de inmediato desataron críticas no sólo desde la oposición, sino también de varios expertos que advirtieron que correspondían más a una reforma previsional que a una ley de tramitación rápida. Aun con el retiro de ese texto anunciado ayer, las negociaciones sobre la reforma presentada por el gobierno hoy parecen más difíciles. Sumando a eso la incertidumbre provocada por los sucesivos retiros de fondos y sus efectos en las pensiones futuras de los chilenos, la pregunta sobre cómo quedará nuestro sistema previsional después de todo esto parece más abierta que nunca. Tema aparte es el del efecto que la ley aprobada por el congreso para el tercer retiro puede tener en el mercado de los seguros, al incorporar a las rentas vitalicias. Ayer, el presidente dijo además que en los próximos días presentaría un nuevo proyecto, destinado a entregar un bono a quienes no tuvieran saldo en sus cuentas previsionales y a establecer mecanismos de reintegro de esos fondos de los afiliados. Y nuevamente las consideraciones de corto y de largo plazo, y la interrogante sobre su repercusión en la reforma previsional, tomaron relevancia.
En nuestro capítulo anterior: Cumpliendo con lo que había anunciado, el gobierno presentó ante el Tribunal Constitucional un recurso contra el proyecto que permite un tercer retiro del 10 % de los fondos previsionales, aun con parte importante de su propio sector pidiendo lo contrario. Así llegamos al domingo en la noche, cuando después de un fin de semana intenso, el presidente Sebastián Piñera, flanqueado por sus ministros y por precandidatos presidenciales de su sector, anuncia la presentación de su propio proyecto de tercer retiro al congreso. Es similar a lo que hizo con el segundo retiro, pero hay diferencias importantes. En concreto, el proyecto del ejecutivo considera una fórmula de reintegro, un bono especial para quienes no tengan saldo y el pago de impuesto para altas rentas. En total, Hacienda estima que el proyecto implicaría un desembolso de US$ 2 mil millones desde del estado. En la foto del domingo, una ausencia notoria: la del ex ministro de Hacienda Ignacio Briones, precandidato presidencial de Evópoli, partido que hizo una declaración pública rechazando la decisión presidencial. Y más allá del frente interno, una oposición que salió a criticar el proyecto del ejecutivo y dejó en claro que cualquier negociación será dura y costosa. Partiendo por el precio inicial: que el presidente retire su recurso ante el TC. ¿Cómo llegó el gobierno a este punto? ¿Qué cálculos hace el presidente Piñera, cuya aprobación esta semana bajó a un nivel inferior al 10%?