Luego de que se deportara a Miguel Ángel Calisto y se negara el ingreso de Jaime Bellolio, ministerio citó a embajador de la isla y se advirtió que los hechos afectan la relación bilateral.
L. Ferraro, P. Valenzuela e I. Caro
8 mar 2018 10:15 PM
Luego de que se deportara a Miguel Ángel Calisto y se negara el ingreso de Jaime Bellolio, ministerio citó a embajador de la isla y se advirtió que los hechos afectan la relación bilateral.
Mediante un video, el futuro parlamentario Miguel Ángel Calisto contó detalles de su detención en Cuba. Agradeció la preocupación del gobierno y su partido.
El futuro parlamentario, Miguel Ángel Calisto, se encontraba en Cuba para participar de la ceremonia del premio Owaldo Payá. Hoy, a su par Jaime Bellolio, le negaron la entrada a la isla.
El ministro de Relaciones Exteriores indicó que además le va a "presentar una nota" en la que se expresará el malestar sobre el caso.
Sin internet en su casa, Frank realiza una larga caminata hasta una plaza pública con acceso a wi-fi a 1 dólar la hora. Allí, le lleva 40 minutos subir su última producción a YouTube: "Hola a todos. Esta es una nueva aventura por Cuba".
Al parlamentario se le impidió el ingreso en Miami, quien iba a participar de la entrega del premio Oswaldo Payá. Otros dos ex presidentes pasaron por la misma situación.
La ceremonia se realizará el próximo 8 de marzo en La Habana, sin embargo, la presencia del presidente electo no está contemplada. La fecha es cercana al cambio de mando.
No puede descartarse que Donald Trump decida no asistir a la reunión. Su presencia no está del todo confirmada en Washington, aunque en Lima se diga que sí. La presencia de un mandatario estadounidense es siempre un pretexto para las jeremiadas de varios gobiernos latinoamericanos, pero en este caso se presta mucho más que en otros anteriores.
La estructura, inicialmente rechazada por considerarse símbolo del imperialismo estadounidense, se convertirá en la sede de la Asamblea Nacional.
En abril, el hermano de Fidel cederá la presidencia que asumió formalmente hace diez años, dejando como legado una economía cubana más abierta al mundo, pero también varias tareas pendientes.