Sin las filtraciones, tal vez no sabríamos de los correos de Longueira, las boletas de Peñailillo ni las reuniones de ME-O. De los financiados por SQM ni de los parlamentarios capturados por la red de Corpesca. O, al menos, no tendríamos evidencias tan contundentes sobre ellos. Por eso la elite política se puso overol de gásfiter para improvisar un burdo e inútil tapón.
Daniel Matamala
31 mar 2016 11:50 PM