Patricio Domínguez R. y Mauricio Duce
3 oct 2024 07:00 PM
En poblaciones de Santiago, niños reciben balazos mientras toman la leche en su casa, chatean en un cibercafé, juegan fútbol en el pasaje o descansan en brazos de su madre. En 2008, once niños de entre 0 y 15 años murieron o fueron heridos por balas locas de delincuentes o narcotraficantes. Las víctimas han ido en aumento desde los últimos tres años. Sus familias muchas veces no hacen la denuncia por miedo a las represalias.