En Bélgica cada familia tiene su wafflera y, cuando los días se alargan, se reúnen alrededor de la mesa donde la madre prepara los waffles, distribuyendo con equidad los ricos dulces. Livianos y crocantes, se suelen comer a la hora del té, con mantequilla y azúcar flor, o con una buena porción de crema chantilly y frutas frescas. Otros los sirven con compotas de frutas o mermeladas o con una crema de chocolate (tipo nutella).
Centro de Cocina de Revista Paula / Producción: Paula Minte / Recetas: Ruth van Waerebeek / Fotografía: Carolina Vargas
20 abr 2017 10:55 PM