Karina Carrasco / Ilustración: Sofía Valenzuela
1 ene 2025 09:00 AM
Yenny y Freddy pasaron los últimos meses de vida de su hijo Gaspar en Casa Luz, un hospice pediátrico donde diversos especialistas en cuidados paliativos los acompañaron. Allí conocieron la terapia con perros y también a Miel, una perrita bichón que, tras la partida de su hijo, se convirtió en una fuente inesperada de consuelo. 'Ella tiene una sensibilidad especial para detectar nuestra tristeza; si nos ve llorar o tristes, se nos tira encima', dice Yenny.
Tras el suicidio de su padre, a Sabine le recomendaron un “terapeuta” alternativo. Un hombre que sin ningún entrenamiento en salud mental, le dijo que haciendo un par de ejercicios ella podría manifestar lo que soñaba y sanar, por fin, esa herida del inconsciente. Una herida que ella no sabía que tenía, pero que al parecer era la causa de sus malas relaciones amorosas, su falta de autoestima y sus problemas en el trabajo. “Eres responsable de lo que atraes a tu vida”, fueron las palabras que marcaron el inicio de esta rara relación terapéutica que ella hoy mira con distancia.
Muchas personas después de un quiebre quieren olvidar rápido, pasar la página o evitar pensar en lo que pasó. Pero otras, sólo necesitan la seguridad de los brazos de un compañero/a emocionalmente disponible. Y eso, concuerdan las especialistas, no tiene por qué ser malo cuando se lleva a cabo con honestidad y apertura. Sin embargo, si utilizamos esta nueva relación para evitar procesar lo ocurrido, escudándonos del dolor emocional, la soledad y la incertidumbre, será más difícil sanar.
La historia fue dirigida por Misan Harriman, un fotógrafo nigeriano que incursiona por primera vez en la industria del cine gracias a este corto. Es protagonizada por David Oyelowo y promete conmocionar en 18 minutos.
En una íntima conversación, la actriz y esposa del fallecido Augusto Góngora compartió sus reflexiones tras La memoria infinita y su nominación a los Premios Óscar.
Pocos meses después de la muerte de Diego, su primer hijo, a los ocho meses de embarazo, Marta Silva, hoy de 50 años, quedó embarazada de su segunda hija. Sintió alegría, pero sobre todo miedo. En el embarazo, apenas se movió ni tuvo vida social. Cada ecografía era motivo de preocupación. El temor lo inundaba todo, incluso después de nacida.
En el proceso de comunicarle a un niño que un ser querido ha fallecido influyen factores como la edad, las creencias o si era una persona muy significativa en su vida. Sin embargo, hay algunas recomendaciones generales que los adultos pueden considerar antes de concretar la conversación.
La instancia busca proponer acompañamiento y contención emocional ante la pérdida de un ser querido.
Después de que dos de sus hijas murieran en un accidente en el mar de Perú, hoy Paula habla del duelo y la muerte en redes sociales para ayudar a quienes han pasado por situaciones parecidas. Han pasado meses y parte de su reflexión es que de lo terrible también salen cosas bonitas.