Se trata de una enfermedad común entre los siglos XV y XVIII, cuando los marineros y otros exploradores vivían a base de raciones o pasaban largos períodos sin alimentos frescos.
Lauren Ball* (The Conversation)
23 oct 2024 02:49 PM
Se trata de una enfermedad común entre los siglos XV y XVIII, cuando los marineros y otros exploradores vivían a base de raciones o pasaban largos períodos sin alimentos frescos.
También conocida como peste bubónica, es una enfermedad prácticamente erradicada, pero de la que aún se producen brotes.
Discurso del premio Nacional de Periodismo (2021) en el Encuentro Internacional de Medios, con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa.
En la Edad Media, Venecia fue azotada por varias plagas que llevaron a la gente a enterrar a miles de personas en fosas comunes, muchas de las cuales creían que se trataba de los temidos chupasangre.
La muerte del paciente por la también conocida peste bubónica, es una enfermedad prácticamente erradicada, pero de la que aún se producen brotes, lo que genera preocupación ante la posibilidad de que se transforme en una nueva y devastadora pandemia.
Los resultados mostraron una probabilidad de un 46% mayor de tener un envejecimiento saludable, en comparación con una disminución del 6% entre aquellas que consumían otros tipos de proteínas.
Conejitos asesinos, incontinencia y burlas a los sacerdotes. Los juglares se ocupaban del entretenimiento de los campesinos, quienes los buscaban para relajarse después de un duro día de trabajo.
La frase del futbolista argentino, pronunciada tras el partido contra Países Bajos en el mundial, figura inscrita en piedra en un antiguo monasterio Gallego. Esta es la historia.
Un proyecto de la universidad británica rastreará los remedios que se disponían en la era medieval para tratar afecciones comunes como el dolor de muelas, gota, fiebre o manos temblorosas.
La peste bubónica, conocida como “peste negra” durante la Edad Media, es una enfermedad altamente infecciosa y a menudo letal que suele propagarse a través de roedores. Aunque está prácticamente erradicada, aún se producen brotes, como el reportado en China, lo que genera preocupación ante la posibilidad de que se transforme en una nueva y devastadora pandemia.
En Bizancio, en medio del esplendor de la gestión del emperador Justiniano, cuando estaba logrando consolidar su idea de recuperar la grandeza del antiguo imperio romano, un brote de peste bubónica, la llamada “Peste Justiniana”, causó estragos en el mundo de la Alta Edad Media, pero sobre todo en esa ciudad. Vigilancia militar en las calles y una crisis económica fueron las repercusiones inmediatas de la enfermedad.
Con el lanzamiento de la serie El nombre de la rosa, basada en la novela de Umberto Eco, en Culto nos acercamos al origen histórico de los monasterios, asociados a la fundación en Montecassino, Italia, de la regla de San Benito. Estos emplazamientos no solo fueron un espacio para la vida religiosa contemplativa, sino que verdaderos polos de cultura.
Expandida durante el siglo XIV, la epidemia difundida por las rutas comerciales cobró la vida de al menos un tercio de la población europea. Las malas condiciones de higiene, una medicina precaria y alimentación deficitaria fueron factores clave en su incidencia. La enfermedad golpeó las estructuras sociales, como a la Iglesia, y fue un antecedente para los cambios que vendrán en el siglo siguiente con la formación de estados nacionales y el renacimiento.
El cine ha recurrido a diversas historias, leyendas y personajes del período histórico para construir narraciones que han logrado un lugar entre los críticos y el público. En Culto revisamos algunas de ellas.
Se visten de caballeros, aldeanos y cazadores como si estuvieran en la Europa del siglo XIII. La semana pasada se congregaron en el VI Encuentro Medieval de Santiago, diversas agrupaciones que recrean históricamente una época de espadas, escudos, lanzas y armaduras. Un evento que cada año tiene más participantes.