Tras la crisis por el Covid, las grandes cadenas se aferran más que nunca a los superhéroes y a sagas de probado éxito, aunque los volúmenes de entradas siguen lejos de ser los de antaño. El espectador se ha vuelto más selectivo, afirman en la industria. ¿Los grandes damnificados? Los espacios independientes y aquellos que todavía anhelan ver en multisalas las nuevas películas de pesos pesados como Cronenberg y Almodóvar, cuyo destino más probable es el streaming o, en el mejor de los casos, un número acotado de funciones en el circuito alternativo.