El nuevo largometraje de Matías Bize –ya en cines– se compone de una gran toma sin cortes, repitiendo la técnica que utilizó en Sábado (2003). La película británica El Chef, también en cartelera nacional, es otra cinta que ha aplicado el recurso con éxito. ¿Pero cómo se logra tal proeza? ¿Está siempre justificado? ¿Tiene el mismo valor cuando se hace creer al espectador que no hay cortes pese a que sí los hay?
19 oct 2022 09:34 AM