Dentro de este edificio antiguo de espacios modernos todos creen que pueden cambiar el mundo. Y tienen ideas y energía y juventud y labia y también a Colunga, una fundación que les arrienda esta gran oficina colectiva a bajos precios para que echen a andar sus proyectos. El requisito: que mejoren la educación o combatan la pobreza.
María Paz Braun.
16 jun 2016 04:31 PM