El mandatario electo de Brasil y el Presidente se reunieron a solas durante una hora y media. Entre los temas que trataron está ampliar la integración regional y la posibilidad de crear una moneda única sudamericana.
31 oct 2022 03:30 PM
El mandatario electo de Brasil y el Presidente se reunieron a solas durante una hora y media. Entre los temas que trataron está ampliar la integración regional y la posibilidad de crear una moneda única sudamericana.
Tras el triunfo de Lula, el abanico de retos a los que se enfrenta es amplio. Trabajo que pasará por reimpulsar la economía, el volver a insertar a Brasil en el escenario internacional y dialogar con un Congreso que aparece como la clave para desarrollar su nuevo proyecto político.
Después de gobernar Brasil entre 2003 y 2010 y no poder participar en las elecciones de 2018 tras ser declarado culpable de los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, el histórico líder del PT, a sus 76 años, vuelve al poder 12 años más tarde.
El candidato del Partido de los Trabajadores obtuvo el 50% de los votos frente al 49% del actual presidente de Brasil. En su primer discurso como su mandatario electo señaló que esta "elección colocó frente a frente dos proyectos opuestos de país que hoy tiene un solo vencedor: el pueblo brasileño. No es una victoria del PT o mía, sino del inmenso movimiento democrático". "Brasil es mi causa", añadió.
La Policía Federal de Tráfico de Brasil realizó al menos 560 intervenciones de fiscalización de vehículos que realizaban transporte público para electores este domingo.
Los esfuerzos por captar al elector evangélico continuaron hasta la recta final de la campaña. En el último debate presidencial, y en un gesto al sector, el presidente acusó al candidato del PT de ser abortista y de estar a favor de la droga y la ideología de género. Si bien las encuestas muestran que estos votantes mayoritariamente se inclinan por Bolsonaro, Lula se comprometió a garantizar la libertad de culto.
Mientras el candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores se ha ido moderando con el paso de los años, el actual presidente de Brasil sigue fiel a un libreto marcado por las polémicas.
Tras el debate de anoche en TV Globo, el mandatario se molestó por una consulta y abandonó la conferencia de prensa.
El autor de História do PT y académico de la Universidad de Sao Paulo dijo a La Tercera que si Lula es elegido en las elecciones, “tendrá que convencer al Congreso de que, sin una mejoría del nivel de vida de la gente, el bolsonarismo podría volver con fuerza”.
A pesar de que en sus gobiernos cerca de 30 millones de brasileños ingresaron en la clase media, hoy ese sector no está con el candidato presidencial del PT. Gracias a la narrativa de Bolsonaro de que la condición económica de este segmento empeoró en los últimos años por la corrupción bajo Lula, ahora se inclinan por el actual Presidente. No así los pobres, que pese al reajuste del plan social Auxilio Brasil en agosto, siguen fieles al exmandatario, como lo muestran los últimos sondeos.
Junto a su hermano Gabriel, Lucas Mesquita estrenó en septiembre “Ellos podrían estar vivos”, filme que presenta testimonios de familiares de víctimas de Covid que culpan a Bolsonaro de los decesos. “Brasil tuvo la mala suerte de tener al peor presidente de la historia en el momento sanitario más dramático de los últimos 100 años”, dice el documentalista a La Tercera.
Al menos tres parlamentarios independientes y una del Frente Amplio fueron invitados por el Partido de los Trabajadores a pasar las elecciones de Brasil en el estado donde reside Lula da Silva. En la otra vereda, la diputada republicana Chiara Barchiesi acompañó al actual Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en actividades de campaña la semana pasada.
Desde los comicios de 1989, el candidato más votado en ese estado también ha ganado la carrera por el sillón del Palacio de Planalto. Si bien el abanderado del PT se impuso en suelo mineiro en primera vuelta, el mandatario brasileño ha ido ganando terreno allí de cara al balotaje.
Roberto Jefferson se resistió al arresto ordenado por el Supremo Tribunal Federal, en respuesta por los insultos vertidos contra una magistrada de la alta corte. Aunque finalmente se entregó a la policía, el exdiputado abrió un flanco importante en la recta final de la campaña presidencial de Jair Bolsonaro.
A una semana del balotaje, ambos candidatos se han acercado en las encuestas. Con un elevado nivel de rechazo, ahora se centran en los más de 32 millones de personas que no sufragaron en primera vuelta. El voto religioso y las fake news también preocupan a los comandos.