Con el gobierno padeciendo bajo apoyo y el plebiscito a menos de tres meses, la presidencial 2021 toma otro tono. El alcalde UDI es el vocero del 10% -Piñera está molesto con él- y su búsqueda del voto de centro por ahora sólo lo aleja de La Moneda, especialmente si los suyos visualizan una segunda vuelta polarizada con Daniel Jadue o Izkia Siches. El díscolo senador RN ahora debe zafar de la investigación judicial por tráfico de influencias antes de pensar en la primaria. El nuevo canciller se cerró la puerta pero no totalmente: no está obligado a renunciar en noviembre y, según lo que pase, tiene espacio para decidirse a última hora.