En agosto del 2000, un programa de la Radio Universidad de Chile presentó a la banda inglesa por primera vez en el país, luego de descubrirlos en un festival en Holanda.
Magdalena Bordalí
15 nov 2018 12:04 PM
En agosto del 2000, un programa de la Radio Universidad de Chile presentó a la banda inglesa por primera vez en el país, luego de descubrirlos en un festival en Holanda.
El primer lanzamiento de la banda inglesa fue un cassette que contenía la canción "Ode to deodorant". Un homenaje a la higiene que interpretaron con mucho orgullo en su primera tocata en un pub y que ahora avergüenza a sus protagonistas. Esta, junto a otras desordenadas composiciones, retrata el sonido que dio comienzo al fenómeno en el que se convirtieron.
Una imitación a Neil Young, un baño con buena acústica y diez minutos inspirados en las estrellas bastaron para componer la canción más famosa de los ingleses.
Luego de editar el disco más vendido del 2008, Coldplay adquirió un nuevo nivel de confianza que sale a relucir en el descaro pop de Mylo Xyloto, su mejor trabajo, una especie de paraíso alejado del pandemonio de la civilización melómana y sus miles de complejos.
La vocalista de Saiko, que abrió tres conciertos de los ingleses en Espacio Riesco en febrero de 2007, cuenta en primera persona detalles de la visita de Chris Martin y los suyos al país: desde el diálogo que se dio entre el cantante y Sebastián Dávalos, hasta la permanente comunicación telefónica con Gwyneth Paltrow, su entonces esposa.
Lejos del éxito comercial y ubicados entre raros EP o discos de singles, se encuentran unos de los mejores, más oscuros y subvalorados temas de la banda inglesa que todos deberían conocer.
Un repaso por su historia muestra cómo, después de dos décadas entre críticas, fama mundial y casi toda una vida de amistad, la banda inglesa por fin encuentra "el sonido que estaban destinados a crear".
"Coldplay viene desde hace una década publicando prácticamente el mismo disco", comentaba el crítico musical Mauricio Jürgensen a la altura de diciembre de 2015, cuando la banda de Chris Martin anunciaba su último concierto en Chile, uno con los precios más asequibles del último tiempo para un show en el Estadio Nacional.
Un desfile de éxitos, entre pulseras led, guiños a Bowie y DJ Tïesto, marcaron la última visita a Chile de los ingleses, una en donde "la sensación de estar en una rave antes que un concierto de pop rock se hizo evidente".
La última gira de los ingleses, que tuvo de protagonistas unas pulseras de origen muy particular, recaudó tanto dinero que posicionó su tour como el tercero más vendido en la historia de la música hasta hoy.
La canción lanzada en 2011, fue promocionada como sencillo del álbum Mylo Xyloto. Más allá de la letra, cuyo significado es fácil de descifrar, fue su video el que puso a prueba la creatividad de Chris Martin.
El gesto de la banda inglesa dio pie a colaboraciones y apariciones en vivo con la cantante australiana, estrechando la relación de ambos.
En noviembre de 2017, el conjunto inglés despidió su show en Buenos Aires con un clásico de la banda argentina. La canción elegida, es uno de los temas latinos de cabecera de Chris Martin.
Una frase en un cuadro de Frida Kahlo y la necesidad de experimentar desencadenaron en Chris Martin y sus colegas la inspiración necesaria para hacer el álbum más vendido de 2008. Tan aclamado como criticado, el disco inevitablemente cambió el curso de su estilo musical y de sus carreras.
En agosto de 2017, la banda británica Coldplay dio un concierto en Chicago como parte de su gira A head full of dreams. En distintos puntos del mundo, el show fue visto en simultáneo a través de lentes de realidad virtual, los cuales trasladaron al concierto a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia.