Las cifras dibujan el panorama de un bloque que lucha por recuperar terreno en el comercio mundial, pero que sigue disfrutando de un repunte interno impulsado por el aumento de los ingresos reales y del gasto público.
30 jul 2024 08:55 AM
Las cifras dibujan el panorama de un bloque que lucha por recuperar terreno en el comercio mundial, pero que sigue disfrutando de un repunte interno impulsado por el aumento de los ingresos reales y del gasto público.
Por su parte, España registró la mayor subida de los precios entre las grandes economías del euro
La caída de la inflación en los países industrializados abre la puerta a que los bancos centrales empiecen a recortar las tasas de interés el año que viene. Ello supondría un alivio para una economía mundial que atraviesa dificultades fuera de Estados Unidos, aumentando las perspectivas de un aterrizaje suave tras una serie histórica de subidas de las tasas de interés, sin grandes aumentos del desempleo. Europa, en particular, está al borde de la recesión.
La caída en desgracia de la economía irlandesa es una mala noticia para la eurozona, que durante mucho tiempo se benefició de las tasas de crecimiento al estilo chino del tigre celta. A principios de 2023 la UE esperaba que Irlanda creciera un 5,5% este año. El miércoles dijo que ahora espera que se contraiga un 0,9%.
En junio el IPC registró un incremento de 5,5% frente a igual mes del año anterior.
Los datos preliminares mostraron que el Producto Interno Bruto de la zona euro creció un 0,1% en el primer trimestre, por debajo de las expectativas del 0,2%, según un sondeo de Reuters.
La expansión de la actividad del conjunto de la zona euro refleja la mejoría experimentada por Alemania y Francia, las dos mayores economías de la Unión Europea, que han regresado a territorio expansivo en el mes de febrero, después de ocho y siete meses, respectivamente.
Pese al menor registro, las presiones inflacionarias subyacentes se ubicaron por sobre lo esperado por el mercado, recordando que la evolución de los precios al consumidor continúa amenazando la economía europea.
El Producto Interno Bruto (PIB) de la eurozona aumentó un 0,3% en el tercer trimestre en comparación con los tres meses previos.
Los precios al consumidor en los 19 países que utilizan el euro subieron un 0,1% intermensual en julio.
Los precios de los alimentos también se dispararon.
Las encuestas empresariales apuntan a un descenso de la producción manufacturera de la eurozona y a un menor crecimiento de los servicios, ya que la subida de precios afecta a los hogares. Para muchos economistas, la invasión de Ucrania ha sido el factor decisivo, ya que ha disparado los valores de la energía y ha hecho subir los costos de los alimentos en un momento en que la inflación ya había superado los objetivos de los bancos centrales.
En diciembre de 2021, la inflación de la eurozona había alcanzado el récord de la serie histórica, con un 5% sin precedentes, pero en enero la tendencia se mantuvo con una nueva elevación.
Un indicador de confianza de la Comisión Europea cayó a 112,7 en enero, el nivel más bajo en nueve meses, afectado por descensos en la mayoría de los sectores y entre los consumidores.
Una importante fundición de aluminio en Dunkerque ha reducido la producción, mientras que las operaciones de zinc en el norte de Francia planean cerrar en respuesta a los altos precios de la energía.