Mientras el gobierno colombiano aseguró haber recibido información de inteligencia, en fase de "verificación", sobre la presunta muerte en Venezuela del rebelde exnegociador de los acuerdos de paz Seuxis Paucias Hernández Solarte, a través de una página web atribuida a las disidencias de las FARC se confirmó el deceso del guerrillero, requerido por EE.UU. por narcotráfico y quien se rearmó en 2019.
En enero de este año fue la primera vez desde la firma del acuerdo de paz de 2016 que la JEP atribuye responsabilidad penal a exlíderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Hasta la fecha, las autoridades colombianas no han ofrecido datos sobre la identidad de estas víctimas y desde varios sectores de la oposición se ha denunciado que entre los fallecidos incluso habría menores edad, después de la información recibida por familiares de los mismos.
En el recurso audiovisual, de apenas 11 segundos, el ex guerrillero se dirige al mandatario colombiano para decirle que “a todo Procusto le llega su deseo, es decir que a todo marrano gordo le llega su diciembre. Nos vemos”. Tras la publicación de la amenaza, Duque aseguró que no teme a “amenazas de delincuentes. Los combatimos sin tregua en defensa del pueblo colombiano”, ha precisado según recoge el diario local ‘El Tiempo’.
La cifra incluye a miembros de las FARC, del ELN y del Clan del Golfo, además de otros grupos narcos.
Tras 53 años de conflicto armado y los acuerdos de paz de 2016, la exguerrilla pidió perdón en una carta pública. "Desde lo más profundo de nuestro corazón, pedirle perdón público a todas nuestras víctimas de secuestro y a sus familias", dice la misiva de la que habla el actual líder del partido FARC con La Tercera.
Rodrigo Londoño, alias "Timochenko" (61), reiteró el mensaje de perdón y arrepentimiento que el ahora partido político FARC difundió el lunes y admitió que sus hombres secuestraron, reclutaron a la fuerza y obligaron a algunas mujeres a abortar. La justicia de paz colombiana investiga más de 20.000 secuestros por parte de los guerrilleros que depusieron las armas, el reclutamiento de unos 8.000 menores y otros delitos.
La misiva fue firmada por Rodrigo Londoño Echeverry, Milton de Jesús Toncel Redondo, Jaime Alberto Parra, Juan Ermilo Cabrera, Pablo Catatumbo Torres Victoria, Julián Gallo Cubillo, Pastor Lisandro Alape Lascarro y Rodrigo Granda, quienes además se comprometieron a "luchar por la paz" en Colombia.
Iván Márquez fue el jefe del equipo negociador de las FARC durante los diálogos de paz en La Habana (2012-2016). Casi tres años después de la firma de los acuerdos, el número dos de la guerrilla anunció su regreso a las armas.
El 29 de agosto, un grupo de exmiembros de la guerrilla colombiana, entre ellos los líderes Iván Márquez y Jesús Santrich, anunciaron su regreso a las armas. Cuatro antiguos guerrilleros y ahora legisladores relatan a La Tercera su descontento y "decepción" con sus excamaradas.
Rodrigo Londoño señaló que "los desertores del proceso de paz (...) están llamando a los militantes de nuestro partido, particularmente a los exguerrilleros y exguerrilleras, para convidarlos a que los sigan en su errática decisión de volver a la guerra, incluso pintándoles pajaritos de oro".
"Hoy nos están echando la culpa desde Colombia. Lamentamos profundamente lo que está ocurriendo en Colombia (...), que vaya a entrar en un nuevo espiral (...), que continúe en el espiral de violencia que tiene 60 años", afirmó Diosdado Cabello.
El número dos de las FARC, Iván Márquez, anunció en un video su regreso a la lucha armada debido a la "traición del Estado al acuerdo de paz". Sin embargo, el principal líder de la extinta guerrilla, Rodrigo Timochenko, salió a calmar la incertidumbre sobre la continuación del proceso de paz: "Las grandes mayorías seguimos comprometidos con lo acordado", señaló.
"Es la respuesta de la lucha guerrillera a la traición del Estado a los Acuerdos de Paz de La Habana", menciona en un video.
La falta de presencia estatal y, por ende, de control en la región colombiana fronteriza con Venezuela, ha dado el espacio para que diferentes grupos armados sean los protagonistas de un fenómeno que ha obligado a 40 mil personas a desplazarse. Los venezolanos que huyeron de la crisis en su país también son víctimas de este nuevo conflicto.
