A los 18 años le diagnosticaron fibrosis quística, una enfermedad degenerativa e incurable. Este año, a sus 39, supo que para su tipo de mal había un medicamento eficaz, el Kalydeco, y que lo cubriría la ley Ricarte Soto. Finalmente, el ministerio echó el proceso hacia atrás. El fármaco vale 180 millones anuales y a Ignacio ya le queda menos de la mitad de sus pulmones. Esta es su historia.
Ignacio Arrau
2 dic 2015 10:36 AM