Tres meses tardó la detención de quienes serían los principales sospechosos de haber asesinado a tres carabineros en Cañete, tiempo suficiente para que el fiscal de La Araucanía, a cargo de las diligencias, llegara a la convicción de que se trata de un crimen cuidadosamente planificado, pero que -salvo el odio a la policía- nada tiene que ver con la causa mapuche.
Pese a ello, el fiscal Roberto Garrido advirtió que las concordancias obtenidas en el resultado de estos peritajes no implicarían la identificación de “alguien en particular”, pero si permitirían centrar la indagatoria en “un universo importante de individuos" que trabajan desde hace años en organizaciones criminales.
Hace dos años la Corte Suprema ordenó reabrir este caso, que en su inicio fue indagado y sobreseído por la justicia militar. Esto, tras la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El fiscal de La Araucanía, Roberto Garrido, decidió atribuir al exsargento Raúl Ávila responsabilidad como autor de apremios ilegítimos por el uso de fuerza desmedida en contra de M.P.C (15). Asimismo, se desechó en su contra el homicidio frustrado del comunero. Se agendó audiencia para el 22 de marzo.
