La historia de la selección femenina comienza a escribirse en 1991, cuando un grupo de pioneras enfrentaron el desafío de representar a nuestro país en el sudamericano de Maringá en Brasil. Por primera vez, quedaba en evidencia que las mujeres siempre han jugado al fútbol, y que si no lo hacían era por las condiciones: uniformes de hombre, insultos, haciendo malabares con la familia, sin reconocimiento, sin cobertura, sin pago. Los prejuicios y la discriminación han sido el principal desafío para las de ayer y hoy, mujeres que han demostrado que se puede dibujar un camino claro para que el fútbol profesional femenino chileno logre el espacio que necesita para seguir haciendo historia.
Catalina Jaque y María Paz Ceresuela
12 jun 2019 08:21 AM