Hace un par de semanas tuve la oportunidad de visitar la casa de la Corporación Mañana, que acoge a hombres que han pasado por rehabilitación y necesitan un lugar protegido, apoyo y guías para reintegrarse a la sociedad. En esta casa viven 23 hombres, algunos están por salir -el máximo son 18 meses- y otros vienen llegando. En la casa de Ñuñoa se respira un aire complejo. De esperanza, pero también de dolor.
carla guelfenbein / ilustración consuelo astorga
28 sep 2018 12:09 PM