Reuters
18 mar 2017 01:19 PM
"Los riesgos para la economía global están más equilibrados que la última vez que nos reunimos", dijeron los ministros de finanzas y banqueros centrales en un comunicado.
Las principales 20 economías del mundo podrían acordar fijar una ambiciosa meta para un crecimiento global más rápido en una reunión este fin de semana en Sídney.
La principal medida que tomarán los países es normalizar las políticas monetarias en economías avanzadas, manteniendo un crecimiento más fuerte que impulse el crecimiento económico mundial.
Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de las 20 principales economías del mundo se reunirán entre el 22 y el 23 de febrero.
El pontífice envió una carta al presidente ruso donde solicitó a los países miembros que "ayuden a encontrar las vías para superar los diferentes enfrentamientos".
A pesar de su aspecto económico, la cita en San Petersburgo se verá eclipsada por la crisis siria y la eventual intervención militar. El mandatario norteamericano sostendrá reuniones bilaterales con los presidentes de China y Francia y el premier japonés.
Líderes del grupo, que reune a las 20 principales economías del mundo, debatirán la preocupación que existe ante el posible retiro de los estímulos monetarios en Estados Unidos.
Las principales economías que conforman el G-20 pretenden reafirmar sus compromisos para establecer planes fiscales creíbles a mediano plazo, de acuerdo al borrador de la cumbre del Grupo de los 20 que se realiza en Moscú.
Según un borrador, los miembros del G-20 se asegurarían de que las finanzas públicas de cada país se mantengan en una senda sostenible, en línea con los compromisos de mediano plazo del 2010.
Si bien Brasil ha reducido los costos crediticios 4,5 puntos porcentuales desde agosto, a un récord de 8 %, aún tiene la tasa ajustada por inflación más alta del G-20 después de China.
El Presidente Sebastián Piñera dijo que "ese plan tiene como objetivo central proteger el empleo, el ingreso, la clase media y poder seguir creciendo y generando fuentes de trabajo", pero que para ello se requiere abordar la crisis "con unidad y responsabilidad".
El Mandatario ratificó que el diálogo con la oposición debe ser "sin condiciones" y de acuerdo a las "prioridades de la gente", como la reforma educacional, la salud, la seguridad ciudadana y la crisis internacional.
El mandatario concluyó esta tarde una serie de reuniones con representantes de los países miembros del G-20. Además de Merkel, Piñera dialogó con el Presidente de Francia, Francois Hollande y el premier italiano, Mario Monti.