Según informaron las autoridades rusas, el ataque iba dirigido hacia distintas regiones del país, incluidas Kursk, Briansk y Moscú.
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El Presidente ucraniano, Volodomir Zelensky, dijo este martes en su habitual discurso nocturno que “los primeros combates con soldados norcoreanos han abierto un nuevo capítulo de inestabilidad en el mundo”.
El mandatario ucraniano manifestó que según información de sus servicios de Inteligencia, "el 27 o 28 de octubre militares norcoreanos serán enviados por Rusia a zonas de combate”. Zelensky pidió “una reacción contundente” por parte de la comunidad internacional.
El servicio de Inteligencia ucraniano dijo que los aproximadamente 12.000 soldados de Corea del Norte que fueron desplegados en Rusia están recibiendo entrenamiento en cinco campos militares en esa región fronteriza con China.
“Esto es un desafío, pero sabemos cómo responder a este desafío. Es importante que los socios no se escondan también de este desafío”, dijo el gobernante ucraniano, quien ha asegurado que Norcorea prepara a 12.000 soldados para participar en el conflicto junto a las fuerzas rusas.
Los servicios de inteligencia de Corea el Sur aseguran que fuerzas norcoreanas se concentran en la ciudad rusa de Vladivostok y se preparan para entrar en combate. La UE dijo que el régimen de Kim Jong-Un "recibirá una respuesta adecuada".
Según informaron las autoridades el ataque se habría llevado a cabo con drones.
“Estados Unidos proporcionará otro paquete significativo de armas y equipos que se necesitan con urgencia a nuestros socios ucranianos para defenderse de los ataques en curso de Rusia", señaló el Departamento de Estado al anunciar el nuevo apoyo a las tropas de Kiev.
Informes del Servicio ruso de Inteligencia Exterior señalaron que "la invasión fue concertada con la participación de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido y Polonia”, que las unidades de combate de Ucrania se prepararon "en centros de entrenamiento del Reino Unido y Alemania".
“Dos asentamientos de nuestra región han sido atacados por las Fuerzas Armadas de Ucrania”, relataron autoridades de Bélgorod. Más temprano, el Ministerio de Exteriores ruso denunció la destrucción de un puente sobre el río Seim, en la región de Kursk, apuntando al posible uso de armas occidentales por parte de tropas ucranianas.
El secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Austin Lloyd, sostuvo diálogo telefónico con el ministro de Defensa de Rusia, Andréi Beloúsov, quien advirtió los “peligros” de una mayor escalada por el envío de armas al Ejército ucraniano por parte de Washington.
El Estado Mayor de las FF.AA. de Ucrania comunicó que el objetivo de los referidos ataques eran las refinerías de Yeisk, Afipski, Krasnodar y Astracán. El Ministerio de Defensa de Rusia aseveró, a la vez, que derribó 114 drones ucranianos.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, calificó los hechos cometidos por el Kremlin de “atroces” y que se enmarcan en los “crímenes de guerra y contra la humanidad” cometidos por las fuerzas rusas. Aseguró que estos menores “deben estar con sus familias en Ucrania”.
El mandatario moscovita también advirtió de que los posibles ataques ucranianos con armamento occidental contra territorio ruso supondrían “una guerra” contra su nación y “el camino hacia problemas muy graves”.
“Desgraciadamente, China intenta ahora impedir que los países acudan a la cumbre”, declaró el mandatario ucraniano. "Nos decepciona que algunos líderes mundiales aún no hayan confirmado su participación”, agregó aludiendo sin nombrarlos al gobernante del gigante asiático, Xi Jinping y también al presidente de EE.UU., Joe Biden.
