"Sin exagerar, yo consideraba que defender viril y reciamente una estética afín era lo menos que podía hacer antes de dar pasos más radicales en la vida, como, por ejemplo, reproducirme, adquirir una vivienda, invertir en fondos mutuos, salir a la caza de herencias o, en el sentido opuesto, embarcarme en un velero sin rumbo fijo o internarme en los bosques patagónicos para vivir en carne propia ese experimento en soledad al que con tanta lucidez -y un dejo de irresponsabilidad- nos incita Thoreau", comenta el crítico y traductor literario en su texto de hoy.
Juan Manuel Vial
19 oct 2019 10:01 AM