Los apostadores y aficionados llegan con sus familias, con parrillas, coolers y toldos. Se toman desde temprano los prados del Club Hípico de Santiago para presenciar una carrera que se corre desde 1873 y ahí arman asados que duran hasta que se corre El Ensayo, al final de la tarde. El domingo pasado se corrió de nuevo y desde ahí vimos cómo se vive hoy esta tradición familiar de los hípicos.
Alvaro Bisama
13 nov 2011 06:22 AM