Los hechos ocurrieron en el sector de Batuco y la víctima es un ciudadano chileno de 26 años.
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La FBI y la policía de México buscaron incansablemente a Arnoldo Jiménez, un ciudadano estadounidense que será extraditado para enfrentar un crimen que cometió hace más de una década contra su esposa.
El crimen ocurrió cercano a un paradero emplazado en la vereda norte de Avenida San Pablo, entre el pasaje Los Aromos y Avenida Neptuno.
Dos sujetos fueron detenidos tras el incidente registrado en un predio en el sector de Santa Ana-Lambert. Además, se investiga la versión que indica que la víctima portaba un cuchillo.
Los hechos ocurrieron en el sector de Forestal Alto durante la madrugada del sábado. El occiso tenía 53 años y era de nacionalidad chilena.
Según los antecedentes recopilados por Fiscalía, la víctima habría intentado retomar la posesión de un inmueble, el cual “aparentemente estaba siendo irrumpido por parte de otro sujeto, tal vez para una eventual toma en el mercado del control del microtráfico barrial”.
Según detalló la Fiscalía de Arica, aparentemente los ocupantes del otro vehículo lo forzaron a bajar y posteriormente le habrían golpeado y producido diversas lesiones, las que finalmente le provocaron la muerte.
La víctima se trataría de un hombre de entre unos 20 a 25 años.
Entre ellos el conserje que trabajaba en un edificio de Ñuñoa, Julio Iglesias y otro sujeto que ya cumple prisión por otros delitos.
Una pequeña secta religiosa, dirigida por un líder espiritual, estaba convencida que la diabetes de la niña Elizabeth Struhs sería curada por “el poder de Dios”. Le negaron sus medicamentos y, mientras agonizaba, rezaban a su alrededor.
La víctima fue interceptada en horas de la noche por unos sujetos que se trasladaban en una motocicleta.
El sujeto fue detenido por su participación en calidad de imputado en un homicidio ocurrido en diciembre pasado en Colina.
La víctima recibió el disparo mientras se encontraba realizando trabajos de soldadura en un domicilio.
Efectivos de la PDI lograron dar con el paradero del imputado en un domicilio ubicado en calle Pedro de Valdivia, mismo inmueble donde en junio del año pasado un detective fue herido a bala.
Tras el ataque los responsables se dieron a la fuga en dirección desconocida.
