Podría ser el heredero lógico de su familia en Sigdo Koppers o en Security, pero prefirió tomar un camino propio donde ha mezclado el emprendimiento con el rol social. A los 60 años, separó definitivamente aguas con su padre y hermanos, para dedicarse a lo que lo hace feliz. No le ha ido mal: entre sus empresas de educación, industria y finanzas factura US$200 millones. Al mismo tiempo, preside organizaciones globales que buscan aumentar la inversión con impacto social.
19 may 2024 12:15 AM