Todo eso nos indigna porque tenemos una idea infantil de la Justicia. Creemos sinceramente que una fuerza cósmica personal o impersonal opera como un minucioso contador-auditor premiando al bueno, castigando al malo y todo eso aquí y ahora o a lo más con algún retardo y siempre en la debida proporción. Os debo informar que no hay tal contabilidad. Las fuerzas cósmicas crean o destruyen con la más absoluta indiferencia. Tanto es así que para obtener dicha justicia perfecta y oportuna debemos inventarnos un Dios que haga la pega. Tampoco hay fuerzas institucionales con vocación de justicia aquí en la Tierra como no las hay en el Cielo.
Fernando Villegas
7 jul 2018 02:37 PM