La medida viene en medio de un giro con el nuevo primer ministro conservador, Luís Montenegro, que ha puesto la migración en el centro de su administración.
Hace 12 horas
La medida viene en medio de un giro con el nuevo primer ministro conservador, Luís Montenegro, que ha puesto la migración en el centro de su administración.
La polémica fue uno de los temas más abordados este lunes en La Moneda. Además de la jefa del gabinete, Camila Vallejo, Jaime Gajardo, Luis Cordero y Luis Thayer transmitieron que se trató de una confusión. El mecanismo se retomaría este miércoles.
Más de 3.000 migrantes se aglomeraron en las inmediaciones del recinto esperando completar su enrolamiento para obtener un Rol Único Nacional, pero problemas técnicos y la idea de que podían realizar otros trámites regulatorios generaron frustración y una jornada que obligó a tener que frenar el trámite para este martes.
En la zona participan helicópteros de la Armada, embarcaciones de otros países, como también una patrulla de la Guardia Costera del rescate, según recoge el diario griego To Vima.
Es sabido que luego del término de las relaciones diplomáticas con Venezuela muchos de los procesos de regularización de migrantes han quedado en tierra de nadie, el problema es que nada de esto va a ser discutido ahora de manera racional, porque en política, tan importante como defender una idea o una legítima convicción, es hacerlo en el momento preciso o en un contexto adecuado.
La política de inmigración en República Dominica se volvió más estricta. Las autoridades dijeron estar “hartas” de subsanar la crisis que se vive en Haití, por lo que decidieron expulsarlos de forma masiva. El objetivo es desterrar a 10.000 extranjeros por semana.
El aumento de la migración no autorizada engrosó la mano de obra. Las deportaciones y unos controles fronterizos más estrictos podrían cambiar la situación. Una oferta más ajustada de trabajadores inmigrantes presionaría al alza los salarios y los precios en los sectores que emplean a muchos de ellos, como la construcción, el procesamiento de alimentos, los restaurantes y la hostelería.
El presidente electo confirmó que tenía la intención de declarar una emergencia nacional y utilizar al Ejército para llevar adelante su promesa de campaña.
Lentamente, el entorno político de Trump se empieza a delinear. A Tom Homan, exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas que estará a cargo de todas las fronteras de Estados Unidos, se podría sumar Stephen Miller, principal asesor de inmigración del republicano, como subjefe de gabinete de políticas de la Casa Blanca.
Miller fue asesor principal de políticas de la Casa Blanca durante el primer gobierno de Trump y la fuerza impulsora detrás de la amplia ofensiva republicana contra la inmigración.
Su campaña malinterpretó a un electorado que estaba más preocupado por la inflación y la inmigración que por el carácter de Donald Trump.
Una segunda administración ofrece al presidente electo otra oportunidad de reestructurar las cosas en el país y en el exterior.
Trump recuperó la Casa Blanca prometiendo una ambiciosa campaña contra la inmigración. Su compañero de fórmula, JD Vance, estimó que Estados Unidos podría expulsar a un millón de personas al año.
Quien asuma la presidencia de Estados Unidos deberá abordar simultáneamente retos en áreas como la economía, la política exterior, la seguridad, y una sociedad profundamente polarizada.