Los metalizados que recuerdan al "herrero de la moda", Paco Rabanne.
Álvaro Renner / Fotografía: Rodrigo Chodil / Maquillaje y pelo: Elisa Broussain para Nars / Modelo: Paulina (New Models)
7 sep 2017 06:57 PM
Los metalizados que recuerdan al "herrero de la moda", Paco Rabanne.
Un guiño a la visualidad Diana Vreeland, la editora de moda que jamás nadie ha superado, la devota del rojo que dijo que "el rosa es el azul marino de la India", la excéntrica que casi lleva a la quiebra a Vogue americano porque su imaginación tenía que ser llevada al papel.
La nieta de Priscilla es la reina en 2017.
El vestido de Priscilla Presley, comprado en una tienda chica de California, no causó tanto impacto como el pelo, con un jopo mega voluminoso.
El vestido de Priscilla Presley, comprado en una tienda chica de California, no causó tanto impacto como el pelo, con un jopo mega voluminoso.
Marlon Brando le rompió la mandíbula de un puñetazo y Jackie Keneddy logró que un tribunal fijara la distancia a la que se le podía acercar, pero en dos décadas se convirtió en el paparazzi más famoso del mundo. Armado con una Nikon y una voluntad de hierro, Galella siguió a los más famosos desde fines de los 60 hasta los 80 y los inmortalizó con una estética que hoy está en libros y en museos. A sus 84 años, sigue siendo un curioso que también quiere morir como una celebridad.
A mediados del siglo pasado, las ilustraciones del italiano René Gruau (1909-2004) estaban en las revistas de moda, en anuncios publicitarios de marcas como Dior, Givenchy y Lanvin, y en afiches de películas. Hoy, aún vigentes, son elogiadas internacionalmente en los museos de arte más prestigiosos de Europa.
Fue asistente de fotografía, estilista y modelo, y colaboró con los más grandes exponentes de la moda de los años 60. Una faceta desconocida de esta icónica actriz norteamericana.
La insurrección de los jóvenes en las películas Rebelde sin causa y Semilla de maldad, motivó a la juventud criolla a cuestionar el convencionalismo de los adultos: desafiaban a sus padres, se dejaban crecer el pelo y escuchaban rock sicodélico. Una tribu que sirvió de antesala al movimiento hippie de los 70.
Este año se cumple medio siglo de la muerte de esta escritora chilena de look misterioso y distinguido, cuya obra completa se acaba de reeditar. ¿Quién era esta Premio Nacional, que solía vestir de negro o blanco y siempre llevaba gafas oscuras?
A fines de los 60 comenzó a elaborar vestidos y abrigos de sabanilla, material que en Chiloé se usaba para frazadas y alfombras. En Santiago, logró notoriedad después de ser descubierta por revista Paula y, en 1972, llegó a París, donde tuvo un encuentro con Neruda, y Pierre Cardin la invitó a integrar su taller de alta costura, pero rechazó la propuesta y regresó a su Castro natal. Desde entonces poco se ha sabido de ella, aunque nunca ha dejado de crear. A los 83 años, cuenta que siempre se sintió fuera de la moda, analiza con preocupación la crisis de materiales que vive la isla y anuncia la publicación de un libro con su historia.
Para que no quedara duda de la vocación de Paula por la moda chilena, en el segundo número de la revista, en agosto de 1967, se fotografiaron vestidos hechos por boutiques chilenas con géneros de Textil Comandari, que reflejaban los colores, el brillo y las texturas que se imponían para una silueta más suelta y que miraba también a la India y a África.
El amarillo, color del verano 2018 y de los diseños frescos y vaporoso de Chloé, Gucci y de la brasileña Cris Barros, en los 60 fue igual de protagónico, incluso en las uñas. Largas y de acabado redondo, también se pintaban rosado, celeste y azul.
Tres títulos que desde la moda y la fotografía traen al presente los 60.
La primera editora de moda de Paula, y luego directora entre 1976 y 1986, recuerda el impacto que causó en las lectoras, en los medios y en el circuito de tiendas y diseñadores la aparición de la revista y la formación del primer equipo de modas chileno. Responsable de que el diseñador Marco Correa y el peluquero Luigi alcanzaran notoriedad, Constanza Vergara cuenta que a las mujeres vestidas con las propuestas de la revista se les tildaba de "chicas Paula".