Así se resolvió en una reunión entre los ministros Blumel y Espina con el jefe de la Defensa Nacional en la Región Metropolitana, Carlos Ricotti, y el Director nacional de Orden y Seguridad de Carabineros, general inspector Ricardo Yáñez Reveco. El titular de Interior también instruyó a los intendentes para que se reúnan con los jefes de defensa, carabineros, PDI y gobernadores, para reforzar medidas de protección sanitaria y del orden público.
La primera etapa de ajuste del elenco piñerista -apurada por la destitución de la titular de Magallanes- alcanzaría a tres jefes regionales y cuatro gobernadores. En la segunda fase, persiste duda de si se tocará o no al Comité Político.
La reciente salida de María Teresa Castañón de la intendencia eleva la cuenta a tres jefes regionales en menos de un año. En el primer gobierno de Piñera hubo cuatro. En el de Bachelet, solo uno. Todas las bajas han sido por razones distintas y no hay un patrón único, pero actores locales apuntan a una persistente debilidad política de las y los elegidos.
Mandatario participó este jueves de una reunión de coordinación con los jefes regionales, cita en la que les entregó lineamientos para "una nueva etapa" y recalcó que los legisladores "se representan a sí mismos".
Tras las críticas desde Renovación Nacional por "falta de equilibrios" en la nominación de intendentes, la próxima vocera Cecilia Pérez aseguró que "todos los partidos tienen la admiración y respeto del Presidente Piñera".
La futura vocera descartó que se haya favorecido a la UDI en la designación de los intendentes.
Según la información oficial entregada por el equipo de Sebastián Piñera cinco de las futuras autoridades son de la UDI, cinco son de RN y dos militan en Evópoli, pero esas cifras fueron cuestionadas por algunos timoneles que contabilizaron a siete gremialistas.
El secretario general, Mario Desbordes, en todo caso, dijo que respetarán la decisión del presidente electo. El presidente de Evópoli recalcó que le hubiese gustado "tener mayor participación".
De acuerdo a la ley impulsada por Bachelet, en dos años más se realizará la primera elección popular de gobernadores regionales, figura que reemplazará a los actuales intendentes. Las autoridades en ejercicio podrán dejar sus cargos o asumir como candidatos.
