Las precipitaciones en el distrito capitalino de Dongjak-gu superaron los 140 milímetros por hora la noche del lunes, el registro más alto en Seúl desde 1942.
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“Estamos terminando el día con más noticias desgarradoras del este de Kentucky. Podemos confirmar que el número de muertos ahora ha aumentado a 37, con muchos más aún desaparecidos. Oremos por estas familias y unámonos para envolver nuestros brazos alrededor de nuestros compañeros de Kentucky”, expresó el gobernador del estado, Andy Beshear en su cuenta de Twitter.
Las lluvias torrenciales de los últimos días causaron el desborde de represas y ríos, lo cual ha provocado la cuarta emergencia por inundaciones desde marzo del año pasado en sectores de la ciudad de cinco millones de habitantes, la más grande de Australia. Durante la noche del martes, los servicios de emergencia fueron puerta por puerta en las localidades de Singleton y Muswellbrook, al norte de Sydney, para ordenar la evacuación de los residentes.
Tras días de intensas lluvias y deshielos se desencadenaron anegamientos sin precedentes que afectaron al parque nacional más antiguo de Estados Unidos. Las inundaciones destruyeron puentes y carreteras además de arrastrar un dormitorio para empleados varios kilómetros río abajo, según informaron las autoridades el martes. No se registraron muertos ni heridos.
El gobernador del estado de Pernambuco, Paulo Camara, dijo que la prioridad del gobierno es hallar a los desaparecidos en medio de los deslizamientos de tierra y las grandes inundaciones. El presidente Jair Bolsonaro visitó la zona este martes y sobrevoló las zonas afectadas. Prometió enviar ayuda y recursos a las familias afectadas.
Las lluvias torrenciales han causado estragos en la región de la ciudad brasileña de Recife desde el pasado martes, y las previsiones apuntan a más precipitaciones en los próximos días. Además hay 56 personas desaparecidas y 3.957 damnificados, según el último balance el gobernador de Pernambuco, Paulo Cámara.
Las autoridades advirtieron que unas 32.000 familias vivían en áreas en riesgo de inundaciones o deslaves en el territorio afectado. Asimismo, el presidente Jair Bolsonaro informó que cuadrillas del Ministerio de Desarrollo Regional y funcionarios de las Fuerzas Armadas serán enviados a los estados de Pernambuco y Alagoas para brindar "ayuda de alivio y humanitaria".
Las inundaciones dejaron más de 400 personas fallecidas y a miles sin hogar.
Según el Presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, el desastre en la urbe tiene directa relación con el cambio climático. Asimismo, se tiene previsto que la cifra de muertos siga aumentado a medida que continúen las operaciones de rescate. Por otra parte, el Servicio Meteorológico de Sudáfrica ha advertido que los vientos y las lluvias continuarán en la zona durante el próximo fin de semana de pascua.
Esto obligó a la rápida acción de la Municipalidad de esa ciudad nortina, la que procedió a la entrega de nylon para cubrir y evitar el anegamiento de viviendas. Los informes meteorológicos estiman precipitaciones “normales a moderadas” en un corto periodo de tiempo entre la tarde de este martes y la mañana del miércoles, acompañadas de truenos y relámpagos. Ya se habilitó primer albergue en liceo loíno.
Se han reforzado las tareas de búsqueda en la zona con nuevas dotaciones de bomberos provenientes de otros estados brasileños, que cuentan, además, con 36 perros rastreadores para encontrar a las víctimas desaparecidas. Las autoridades, en tanto, catalogaron las lluvias como “las peores registradas en un siglo”.
Un deslizamiento de tierra provocado por la acumulación de aguas torrenciales en el municipio montañoso de Petrópolis, en el estado de Río de Janeiro, ha arrasado amplias zonas de la localidad, con infraestructuras y viviendas sepultadas por el lodo.
En la tarde del lunes, se registró un fuerte temporal en el sector de La Gasca, que dejó al menos 18 personas fallecidas e innumerables daños materiales.
En ese estado brasileño las inundaciones han afectado a más de 470.000 personas. En al menos 50 ciudades, el agua entró a hogares y negocios, y las personas se vieron obligadas a abandonar sus pertenencias. Según datos del gobierno estatal, 34.163 pobladores se han quedado sin hogar y casi 43.000 han sido desplazados. En total, 21 personas han muerto y 358 han resultado lesionadas.
